Bogarín
En ocasiones los lugares tradicionales de nuestras ciudades nos entregan luces de la cultura general o del sentimiento de la población local, lo que nos ayuda tener una radiografía de la "idiosincrasia del pueblo". Sin duda uno de los lugares que más se transforman en emblema del Puerto de Valparaíso es la Plaza de la Victoria, y en sus alrededores uno de las Fuente de Soda de mayor valor o de las más queridas es el Bogarín.
Si bien su propuesta es conocida, es llevada a la realidad con cariño y se nota. Uno suele hacer comparaciones de calidad neta, pero en esta ocasión esta evaluación debe ser acompañada con un tema de sentimiento, que no es fácil cuantificar, pero se deja ver como un "imponderable importantísimo en opinión".
Con una oferta que se ha dejado renovar con el tiempo y se ha reinventado para encantar no sólo con el nombre, sino que también con servicios diferenciadores como los smoothies, batidos y helados que generan gran adhesión en el tiempo estival. Son los productos más clásicos los que los encumbran en popularidad.
Sándwichs, que sin ser una novedad, tienen un sello de construcción que los mantienen activos, vigentes y apetecidos. Mezclas clásicas como ave palta, en presentación de "miga" o pan de molde, son un buen modo de presentarse, ahora, si a esos productos conocidos, se les suma un buen café, (de grano y de buena calidad) podemos llegar a una muy buena opción.
Una fundada preocupación por el consumo de alimentos seguros, sin aditivos y naturales que se agradece, se refleja en su oferta sabrosa, sencilla y cuidada.
Variados tipos de sándwich, pastelería tradicional y atisbos de novedad, son y hacen del Bogarín un buen lugar para disfrutar la ciudad. Y por qué no decirlo, un excelente salvavidas de trabajadores empedernidos con un grato despacho.