l Una buena noticia fue la que recibieron durante la jornada del pasado miércoles, los padres de Bastián y Sofía Salinas, quienes sufren un extraño mal que los mantiene con sobrepeso, desde el momento en que nacieron.

Y es que en el último control al cual asistieron los niños al hospital Carlos van Buren de Valparaíso, el resultado fue bastante alentador, ya que Bastián logró bajar cuatro kilos, mientras que Sofía, uno.

Antes del control Bastián, de tan sólo tres años se encontraba pesando cerca de 63 kilos, mientras que su hermana, de tan sólo un año alcanzó los 20 kilos.

La baja de peso se debe a una estricta dieta a la que ambos menores están siendo sometidos en donde las principales comidas del día deben ser verduras verdes.

"Ellos sólo pueden comer verduras verdes como espinaca, lechuga, pimentón, zapallo italiano y cosas por el estilo. Se los preparamos en una especie de cazuela o como ensalada, utilizando sólo limón", señaló Marcelo Salinas, padre de los menores, quien catalogó la dieta como extraordinaria, porque ha podido ver avances en sus niños. "En un mes Bastián bajó cuatro kilos y para nosotros esto es una luz de esperanza porque en una de esas si Bastián sigue bajando de peso, podría caminar", agregó.

Los padres de los menores se encuentran felices y esperanzados ya que señalan que los menores han tolerado de buena manera la dieta y esperamos que sigan perdiendo peso, lo que no quita que se deban realizar de igual forma un costoso examen en Estados Unidos, para determinar qué es lo que los hace subir de peso descontroladamente (ver recuadro).

"Veremos qué pasa. Tenemos controles todos los días miércoles en el hospital Van Buren, en donde nos han atendido muy bien. Ojalá sigamos así para poder ver a los niños sanos", finalizó Salinas. J

Con un riesgo evidente para su salud, dicen estar viviendo los residentes de un block de departamentos en Rodelillo.

Se trata de 48 familias que habitan el block C, de la población Nahuelbuta. Cecilia Fuentes, dirigenta vecinal, cuenta que a comienzos de esta semana uno de los moradores, identificado como B.I., fue hallado sin vida en su departamento, el que colinda con el suyo. Era un conocido alcohólico que acostumbraba a perderse unos días. Cuando un fuerte hedor salió desde su hogar alertaron a Carabineros, que rompió ventanas para entrar. Estaba tendido en el piso en avanzado estado de descomposición, cubierto de gusanos. Según el peritaje de la PDI, la data de muerte estimada sería de una semana.

Cecilia Fuentes indica que de las ventanas del domicilio del fallecido, no solo se filtró el hedor de la descomposición del cadáver, ya que vivía en condiciones totalmente antihigiénicas. No contaba con suministro de electricidad ni de agua potable, por lo que realizaba sus necesidades en cualquier parte. "Llevaba 14 años sin agua y estábamos aburridos de las moscas, baratas y ratones", sostuvo. Tras el retiro del cuerpo, vecinos alertaron al Servicio de Salud, que envió a un inspector que los instó a que ellos solucionaran el tema. "No tenemos los recursos para eso. Se está haciendo todo de forma artesanal, echando cloro, pero no lo que corresponde. El problema sanitario se agudizó", recalcó.

En el departamento quedan muebles, ropa y otras especies del occiso que nadie se atreve a retirar. Susana Ramírez, otra residente, manifestó que antes del deceso pidieron a las autoridades interviniera en el caso social, por la nula preocupación de los familiares. "Por la mala ventilación de los departamentos hoy están en riesgo nuestros hijos, personas enfermas y de la tercera edad. Necesitamos una desinfección y que saquen las cosas del caballero. No queremos contaminarnos con alguna enfermedad", sentenció. J