El radical cambio de las bellas mujeres de la secta
Manuel Lema O.
alvaro camacho B.
Casi un año y medio ha transcurrido desde que quedó al descubierto el crimen más horrible que tiene recuerdo nuestro país y nuestra región: un lactante de apenas dos días murió a causa de un sacrificio de fin de mundo y todo impulsado por un líder que, al verse acorralado, se quitó la vida y sus seguidores sobrevivieron al juicio terrenal.
Aunque el hecho fue en noviembre de 2012, recién en abril del año siguiente fueron apresados sus responsables, entre ellos, cinco bellas mujeres.
Carolina Vargas, Josefina López, María del Pilar Álvarez, Karla Franchy, Francisca Ceroni y la mamá del lactante, Natalia Guerra fueron detenidas por la PDI y conducidas de inmediato al tribunal de Quilpué donde se conoceiron los detalles de la secta de Antares de la Luz.
En un primer momento llamó la atención la belleza de todas las integrantes de la secta que no podían esconder, pese a su pelo corto, a su cara demacrada, a su aspecto hippie y hasta algo desaseado.
Pantalones anchos, chalecos tejidos, pañoletas y ropa de colores vivos eran parte del look que cultivaban, completamente alejado de lo que se les vio en las últimas audiencias esta semana.
Pelos largos y cuidados, ropa de corte ejecutivo en algunos casos, de colores combinados, accesorios vistosos y todo un look urbano usan hoy las imputadas donde una de ellas, Francisca Ceroni, incluso presenta un avanzado estado de gravidez. Así quedan atrás las tímidas integrantes de la secta de Colliguay que hoy ingresaron al tribunal sin esconder sus caras como fue en las primeras audiencias.
'Gracias a Dios, podríamos decir, las personas, aparentemente, pudieron revertir su cambio de vida por la forma en que se ven. No hubo, al parecer, lavado de cerebro o violencia interna tan profunda de que hayan continuado o hayan estado en estado de depresión. Tampoco se nota su apego al líder, como ha sucedido en otras partes, lo que indica que el apego que se tenía al grupo no era tan fuerte todavía. Lo normal es que ellos sigan al líder', sostuvo el Teólogo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y experto en sectas, profesor Juan Daniel Escobar.
Con el paso de los meses, las mujeres dejaron de verse afectadas y pasaron a verse como unas personas más normales y comunes que incluso hoy pueden transitar por la calle y pasar desapercibidas.
'El líder juega un papel de tal control sobre las personas que ellos no se atreven a hacer nada sin consultarle y no hacen nada sin que él se los ordene. Se llega a una dependencia muy grande y a ser manipulados. No sé si habrán tenido tratamiento sicológico que las pueda haber ayudado a dejar atrás la situaciones que les tocó vivir. Al parecer aquí se usó una forma para desengancharlos desde el momento en que fueron detenidos. No sé en qué estado estarán ellos, pero se aparenta una normalidad y que dejaron atrás toda esta situación que les tocó vivir', señaló. J