Faltaba media hora para el partido entre San Luis y Magallanes en Quillota y de repente todo se movió. El sismo del sábado sorprendió a los hinchas en las gradas, mientras en la cancha, los jugadores canarios que realizaban el calentamiento pararon de inmediato con su labor y dirigieron sus miradas, preocupados, hacia la tribuna preferencial donde estaban sus familiares.

Y casi como coincidencia, tras el fuerte temblor la lluvia se intensificó y cayó sobre el césped artificial dejando la cancha aún más rápida que de costumbre. Eso provocó que el partido fuera rápido y con muchas imprecisiones de ambos lados.

La emoción en los arcos se limitó al arranque. Un penal cobrado por el juez Cristián Pavez le permitió al paraguayo Carlos González inaugurar la cuenta a los 4', acabando de paso con el invicto de Fernando De Paul, que vio derrotado su arco tras 274 minutos de torneo.

Y este San Luis que no sabía de estar en desventaja, tuvo la fortuna de empatar a los 18' con un autogol de Jonathan Benítez que 'despejó' hacia dentro del arco un centro de Eduardo Otárola.

Y si bien con el empate mantuvieron el liderato, en el plantel canario no hubo satisfacción. El debutante Sergio Comba destacó que 'pude entrar unos minutos para conocer a mis nuevos compañeros y tener ritmo. Tuve un gol por ahí, y si bien no ganamos, sumamos y revertimos un gol tempranero'.

En cuanto a su debut, Comba reconoció que no lo olvidará por el remezón. 'Ya había pasado acá el terremoto del 2010, en Santiago, así que ya estamos un poco acostumbrados', señaló el argentino que sabe que peleará el puesto de '9' con su compatriota Cristián Campozano. J