El incipiente club de las plantas carnívoras
Se la enviaron en una caja, por correo, pero venía muerta. Rodrigo Vázquez (25) esperaba una planta carnívora y recibió un cadáver. Era un viejo anhelo de infancia: criar esos seres vegetales que vio por primera vez en los juegos de Mario Bros: matas verdes capaces de morder animales, digerirlos y triturarlos. 'Venía muerta. Intenté revivirla y no pude. Son plantas de mucho cuidado y atención'.
La pérdida terminó alejando a Vázquez de la actividad. Al tiempo, botó el macetero. Se conformó con verlas en el videojuego.
Desde su invernadero, Juan Pablo Méndez (26), portador de una vasta colección de plantas carnívoras (cuatro especies distintas, decenas de muestras) le da explicación el error de Vázquez: 'A veces las envían en macetero, pero eso es peligroso. El peso de la tierra es mucho, se rompen, les hace mal. Hay que enviarla con raíces desnudas, sin macetero'. La observación viene de un experto. Méndez lleva tres años dedicado al tema y desde septiembre de 2013 vende plantas carnívoras. El tema se le fue de las manos: al principio fue pura curiosidad, después un negocio viable. 'Vi una publicidad. Era una tienda mexicana. Empecé a investigar. A buscar las especies que habían acá. Me metí tanto que vi una posibilidad de negocio, no por lucro, sino para darle un beneficio a esa información'.
Ahora Juan Pablo Méndez se siente menos solo: aproximadamente recibe 15 pedidos semanales en plantacarnivora.cl, el sitio web donde informa y vende sus matas. Después del trámite, la mayoría lo contacta para asesorarse. Y Méndez los aconseja.
Existen más de 150 especies de plantas carnívoras en el mundo. En Chile, hay alrededor de 15; las demás o no están o no pueden crecer en el ecosistema. Las más comunes en esta zona son la Venus Atrapamoscas y la Drosera. Las más comunes son las primeras. Las que aparecen en los juegos de Mario Bros, son las primeras.
'Algunos las compran como solución al exceso de moscas. Las plantas tienen un sistema que genera un néctar que bota en sus trampas. La planta atrae a los insectos, y cuando están ahí, la planta se cierra. La Venus es instantánea'. Cada una puede llegar a vivir 25 años; otras especies incluso más. Las Venus crecen con forma de balde, que en casos de plantas de gran tamaño, incluso pueden cazar ratones. 'Ha pasado. Algunos me cuentan. En México esto está muy desarrollado. Se han encontrado esqueletos raros'.
Este tipo de plantas requiere de un cuidado extremo. La Venus, por ejemplo, necesita entre 25ºC y 30ºC para crecer. Genera 85% de humedad, y si esta es constante, se puede volver negra. Las Droseras son distintas: tienen una increíble capacidad para adaptarse al clima. Todas se riegan con agua destilada. Andrés Riquelme (24) las colecciona: tiene una de cada una. 'Es una manera distinta de relacionarse con una planta. Aquí la ves moverse, interactuar. Es un camino que puede no tener retorno si te gusta un poco la botánica'.
Así, como Andrés, cada vez son más quienes se unen desde el sigilo al club de las plantas carnívoras. Un atenuante es la flexibilidad de precios: entre $2.000 y $40.000 según su especie y edad. Y cada vez hay más tiendas que las venden; virtuales y físicas. En Facebook, los cultores de estas plantas se reúnen en grupos y páginas especializadas. Basta escribir 'Plantas carnívoras' y el nombre de una ciudad para dar con un vendedor o fan. 'Hay mucha presencia en regiones. Sé que se venden mucho en tiendas online. La mía la compré así', dijo Andrés, viñamarino.
Según Juan Pablo Méndez, hombre que ha estrechado lazos con comunidades de México, esto es sólo el comienzo: 'Allá se arman expos sobre esto. Como la ExpoWeed (de marihuana), pero de plantas carnívoras. Allá hay más especies y experiencias. Creo que esto recién se empieza a conocer. Ya no llaman para preguntar: llaman para exigir tal planta'.
La Asociación Mexicana de Plantas Carnívoras A.C. es la primera organización latinoamericana del rubro. En su página web (plantascarnivoras.org.mx) proponen proyectos como un Herbario y un Fondo para la conservación. Méndez dice: 'Creo que vamos en esa línea, a la masificación. ¿Todos aman las plantas o no?'. J