Familia deportista podría competir por otro país
fotos: juan jordan
Tienen medallas y copas a raudales, pero se han topado con el sino del deporte chileno: la falta de apoyo económico de la empresa privada y el Estado. Son tres hermanos integrantes de una esforzada familia de la zona. Su madre, Claudia Cabrera, es auxiliar de la UV y su padre, Rodrigo Silva, empleado público. El matrimonio lucha para que sus retoños cumplan sus sueños. Rodrigo tiene 17 años, es nadador con aletas, eximio como el Tiburón Contreras, y gracias a su resistencia física y velocidad se coronó campeón nacional en un certamen de aguas abiertas en Arica. Sueña con ir al sudamericano a fin de año en Perú y, por qué no, representar a futuro a Chile en un Mundial. 'Es difícil llegar arriba si no tienes apoyo desde abajo', comenta. Claudio tiene 14 años y es un promisorio goleador de fútbol, que estuvo en las cadetes de Everton y ahora planea entrar a Santiago Wanderers o a un equipo de Primera A. 'Quiero ser como Alexis Sánchez, soy bueno como él. Sueño con llegar a Real Madrid o Barcelona', dice sin achicarse. Dayana tiene 11 años y está en un proceso formativo como gimnasta rítmica, destacando en la cinta. Los hermanos llevan unos tres años practicando con destacados resultados. Sus padres se han endeudado para dotarlos de una indumentaria adecuada, y de la mayoría de sus accesorios. Los tres son federados y deben viajar a distintos torneos. Felizmente la municipalidad porteña se puso con unos pasajes aéreos para Rodrigo, pero ahora Dayana debe competir en agosto en Copiapó y el mayor ir al extranjero. 'No queremos endeudarnos más, y estamos pidiendo la colaboración de alguna empresa. En tiendas de ropa deportiva dicen que deben ser de élite, pero para eso necesitan competir y ganar', señala la orgullosa madre Claudia, que los motiva constantemente en que consigan sus metas. Lamentablemente por la ausencia de respaldo, la familia Silva Cabrera baraja seriamente la posibilidad de partir al extranjero. Tendrían opciones de establecerse en Canadá, y competir por ese país. Ojalá ello no ocurra y logren cumplir sus sueños con nuestro emblema en el pecho. J