Al igual que en Sudáfrica 2010, en tiempo extra y cuando ya muchos esperaban los penales, se definió ayer la Copa del Mundo de la Fifa, Brasil 2014.

Y el ganador fue una vez más... Alemania, elenco que merced a un solitario tanto del joven atacante del Bayern Munich, Mario Götze (113'), levantó por cuarta vez en su historia el más preciado de todos los trofeos, superando por la cuenta mínima a Argentina.

Tras 120 minutos de intensa lucha, se impuso el equipo que mostró un mejor fútbol -a lo largo de todo el campeonato- y quien supo aprovechar su oportunidad en el momento justo, al estilo alemán... eficaz y por sobretodo, letal.

Por llegadas, tanto alemanes como argentinos pudieron ganar. En Buenos Aires, aún se alega por un penal inexistente del golero Neuer (que manoteó el balón y después chocó con un rival), pero nadie habla de los goles errados por Higuaín (sólo frente al arco en el minuto 20) o de los remates desviados de Messi y Palacio, quien no supo definir de sombrerito frente al mejor arquero de la Copa.

Los alemanes -que también tuvieron un frentazo en el poste de Hoewedes y una que otra llegada clara de gol- si tuvieron la frialdad para definir cuando ya quedaba poco para el final: carrerón de Schuerrle por izquierda, centro que pilla mal ubicados a los centrales argentinos y Götze que amortigua y define con clase. Era el 1-0 y el cuarto título para los alemanes ante una Argentina que tuvo su última chance en el minuto 123 de juego, con un tiro libre de Lionel Messi, quien, agobiado por el cansancio y los nervios, mandó su remate lejos por sobre el travesaño.

De este modo, los ahora pupilos de Joachim Loew emularon su título obtenido en el Mundial de Italia en 1990, en donde gracias a un polémico penal anotado por Andreas Brehme, los alemanes hicieron llorar a Diego Armando Maradona. Hoy, el que llora es Messi y compañía. J