El regreso del mago que levitó durante 35 horas
Fotos: manuel lema
Hace unos cinco años, el porteño Juan Ignacio Peña, más conocido como el mago Uberman, superó al ilusionista estadounidense David Blaine, tras estar 35 horas levitando sin comer ni dormir, en una tarima del centro de eventos 'El Huevo', en Valparaíso.
Dicha experiencia, que dejó anonadados a todos los que la vieron, le sirvió para hacerse reconocido en distintas partes del mundo y también para recorrer el país mostrando su espectáculo. No obstante, después de un largo período de exposición -en donde incluso fue entrevistado en programas televisivos de México y Estados Unidos-, Uberman decidió darse un descanso para poder seguir con sus otros proyectos.
Pero durante esos cinco años de receso, no hubo día en que sus familiares y cercanos no le pidieran el regreso a los escenarios. Le decían que su show era único y que seguramente tenía más que entregarle a su distinguido público. Así que Uberman, viendo la insistencia de sus fans, quiso volver pero con un nuevo espectáculo y que ya estrenó en el Puerto: hacer levitar a otras personas.
'No fue una decisión fácil porque es harta la exposición y porque junto a mi pareja, mi gran apoyo, estoy impulsando una empresa de diseño en donde hacemos réplicas del cine, como máscaras y disfraces', dice el ilusionista.
La determinación de regresar al show no fue sencilla, ya que cuando empezó a levitar en distintas partes de la región, lo tildaron de 'satánico'. De hecho, Juan Ignacio aún se acuerda de algunos tragicómicos episodios que vivió a causa de su show.
'La primera vez que monté el espectáculo frente a un público fue cuando me contrataron de la municipalidad de Viña. Ahí todo bien, pero después se me ocurrió hacerlo en el mall y quedó la grande. Recuerdo que unos religiosos me vieron y empezaron a orar diciendo que lo que yo hacía era malo y diabólico. Incluso que yo había hecho un pacto con el diablo... y fue tanta la presión, que tuve que dejar de levitar e irme con mis amigos', relata Uberman.
De todos modos, el ilusionista no se arrepiente de nada y señala que con sus trucos se ha 'reinventado' el rubro de la magia.
'Ahora la magia cómica está de moda y está bien porque eso es lo que le gusta a la gente, pero con lo que yo hago siento que la magia ha vuelto a revivir porque hubo un tiempo en que se le bajó el perfil ya que la gente desconfiaba mucho. Por eso a mí me gusta practicar el ilusionismo, porque son juegos con los que la gente imagina creyendo incluso que el mago tiene poderes', apunta Juan Ignacio.
Otro episodio divertido que recuerda el mago es cuando creyeron que se quería matar, lanzándose desde una azotea.
'Lo que yo hago ha causado tanto impacto que una vez, cuando me puse en el piso de arriba del local 'África', de Viña, las personas empezaron a llamar a los Carabineros porque pensaron que yo era una persona que se quería suicidar. Fue un mal entendido, por cierto, pero hasta esas cosas me han pasado por presentar mis trucos', explica el joven.
Pero no hubo caso. Pese a todos los problemas que tuvo, Uberman consideró que ya era tiempo de regresar y, sin más, preparó un breve espectáculo en una de las esquinas de la plaza Victoria de Valparaíso.
Así, alrededor del mediodía muchos porteños se acercaron a tomarle fotos con el celular, porque no podían creer que con sólo con tomarle la mano a una chiquilla, pudiera levantarla del suelo por largos y eternos minutos.
Antes de empezar el acto, Uberman advierte a su audiencia: 'Lo que voy a presentar hoy, nadie lo ha hecho en el mundo. Es único y podrán comprobar que no hay nada ni nadie que sujete a la modelo que levitará'.
Dicho esto, Uberman se prepara ante la mirada atónita de los presentes. '¡Oh, una mujer volando, una mujer volando!', grita inmediatamente una señora que va pasando por la plaza. '¡Ohhh, la niña está volando! ¡Está flotando!', exclaman unos estudiantes de enseñanza básica.
Y tal cual: Uberman, con tan sólo tomarle la mano a la chica, la hace 'flotar'.
'Me parece súper lindo, precioso, bonito... Estoy así (pone cara de impacto), muy sorprendida de que se pueda hacer algo así. Hace tiempo no veía un truco de magia tan bien hecho', señala María Beltrán, una porteña que, con su mano en la boca, aprecia el show del mago.
Por su parte, don Gustavo manifiesta: 'Yo no sé si estas sean actividades de la municipalidad, pero está bien bueno que hagan este tipo de cosas entretenidas en las plazas. Estoy muy para dentro'.
La modelo, que se llama Nicole Peña, sonríe a todos los que la observan, incluso a los pasajeros que van en las micros que se detienen por el semáforo.
'Es una sensación súper extraordinaria, poder volar un rato, muy impresionante. Me parece muy entretenido que la gente pueda apreciar un acto de magia y que pueda divertirse en la calle y que no sea sólo para caminar. Es tan divertido, que puedo estar todo el rato que quiera, puedo hasta cocinar, lavar, todo', asegura Nicole, sonriendo.
Cuando el mago ya tiene unos diez minutos a Nicole en el aire, comienzan las desconfianzas.
'¿Tendrá un hilo o alambre transparente para afirmarla?', se preguntan los presentes.
Y el ilusionista los invita a comprobar. 'Pasen la mano por debajo de sus pies y alrededor de ella y verán que no hay nada', declara Uberman. Y, en efecto, cuando los incrédulos se acercan a verificar 'dónde está el truco', se dan cuenta de que no hay nada.
'Ohhh, pensé que había como un imán o algo debajo, pero nada, ¡no hay nada! Ni idea cómo lo hará, pero ya le creo...', confiesa un dudoso Jaime Velásquez.
Cristian Ibarra, un porteño que mira con los ojos en su máxima expresión, agradece el show. 'Para mí es asombroso ver una persona sin aparentemente nada, sin cordel ni nada, esté flotando a simple vista de todos, unas cincuenta personas, incluso niños que hay detrás de ella mirando. Aún así me sigo sorprendiendo porque nunca había visto una persona flotar ni nada de este tipo, es muy bueno lo que está haciendo el hombre', comenta con un suspiro.
Luego de media hora, Juan Ignacio decide bajar a la chiquilla y los transeúntes lo lamentan. Sobre todo un individuo que se las da de galán, regalándole una rosa.
Uberman dice que va a seguir mostrando sus nuevos trucos en distintos locales y ciudades. De hecho, aparte de hacer levitar a otras personas, el mago mostrará sus antiguos espectáculos que lo hicieron ganar un récord mundial: levitar sobre un bastón y suspenderse a gran altura.
'Sé que hay personas que no les gusta, que dirán que es una falsedad y todo, pero hasta el famoso Mago Enmascarado renovó su rutina con mi apuesta. Sin ánimo de presumir, mi show está al nivel de Criss Angel y David Copperfield. Ahora he regresado y con nuevos trucos', dice con humildad.
Así que ya sabe: en cualquier momento usted podrá toparse con Uberman en alguna plaza de Valparaíso o Viña del Mar. J