Ariqueños viajaron a dedo para colaborar en Valpo
Se alojan en una casa en la Plaza San Luis y llevan subiendo, pala en mano, 4 días.
Jhon Ruz (21) y Bastian Medina (20) bien podrían estar construyendo casa en Iquique o Alto Hospicio, pero no. Ariqueños de nacimiento, y también de residencia, estos compatriotas decidieron viajar hasta Valparaíso para ayudar a las familias que lo perdieron todo. Tomaron la decisión el jueves y el viernes se embarcaron en una aventura que "a dedo" los instaló recién el martes en la región. Para llegar durmieron en las afueras de Copiapó y levantaron antes una carpa en plena pampa, en Cuya.
En Valparaíso Rubén Enríquez, un vecino de la calle El Vergel en el cerro La Cruz no le daba crédito a lo que veía. Más de 2 mil kilómetros para ayudar a levantarle su casa, eso es lo que recorrieron estos jóvenes quienes en el camino arrimaron a Álvaro Collao de La Serena. Ex alumno de la UPLA, este profesor de Artes pidió sus 10 días de vacaciones y con pala y herramientas, también se instaló a trabajar en el cerro La Cruz.
En Valparaíso, René Estrada los recibió y los instaló cerca de la Plazuela San Luis, en cerro Alegre. Ahí los ariqueños duermen, y salen a trabajar al cerro. Jhon, quien tiene conocimientos en carpintería, asegura que están más que agradecidos, pero se vinieron sin plata, y no tienen cara para seguir ahí sin aportar un peso, "acá no estamos generando y la locomoción sale cara", cuenta el joven, quien volverá a Arica en unos días y luego retornará a Valparaíso, "hay mucho por hacer", advierte. Rene, recalca que en los cerros faltan voluntarios. Mientras tanto, Álvaro, John y Bastian comen en el Centro Cultural Trafon, donde también les han tendido una mano.
Rubén, no para de expresar su alegría por el arribo de estos jóvenes. Bastian volverá en unos días, pues debe volver a sus estudios de ingeniería en la Universidad de Tarapacá, Álvaro espera pedir de nuevo vacaciones y volver. El grupo de construcción, lo complementa un par de alumnas de intercambio y todos, ya tienen casi lista la casa de Rubén y su mujer, y ahora irán por la de su suegra.