Claramente Dios debe tener muchas cosas más importantes por las cuales preocuparse que el fútbol, pero en Unión La Calera hubo varios que terminaron dando gracias a la divinidad por una permanencia que, si bien para la mayoría no es un honor, para este grupo de jugadores resulta más que una bendición.

Patricio Delgado, el masajista del equipo, como todos los partidos llevó una imagen de la Virgen de Andacollo, pero esta vez, la cábala fue más reconocida que nunca.

Leandro Benegas abrió la cuenta en los 43 segundos, Michael Ríos empató para la UC con un gol maravilloso y sobre la hora, dos pelotas en el travesaño hicieron que la permanencia roja fuera un "milagro".

El Mito

Minuto 90 de partido, el marcador estaba 1-1 y Enrique Osses, el árbitro, levanta sus manos e indica dos minutos de agregado. El corazón de los cementeros se paralizó tras un tiro libre que cruzó el área y en la serie de rebotes encuentra un remate de Michael Ríos que provocó una espectacular atajada de Marcelo Ojeda, cuyo rebote queda servido en área chica para que Enzo Andía defina. Ahí vino el inexplicable milagro, muchos hinchas cerraron los ojos, varios jugadores confesaron que no quisieron mirar, pero finalmente el remate del defensor cruzado se estrelló contra el travesaño.

"Cerré los ojos y no quise mirar, solamente cuando siento el grito de frustración del estadio reacciono y vuelvo a la jugada, fue un momento en que no pensé en nada", relata Jorge Schwager, quien había ingresado solo un minuto antes a la cancha.

Para la historia quedaron los reclamos de los jugadores de la UC, pensando en el tiempo que los jugadores de Unión La Calera estuvieron lesionados dentro de la cancha y en que ambos equipos hicieron sus tres cambios. Por diferencia de gol y gracias a terminar invictos en las últimas fechas ante los mejores equipos del país, Craviotto y sus jugadores lograron celebrar.

El golpe del "Toro"

Todavía la gente no terminaba de llegar a San Carlos de Apoquindo, cuando Unión La Calera dio por iniciada la "pichanga" y se fue con todo contra el arco de Toselli. Tiro de esquina, y antes que el reloj llegara a los 45 segundos -43 para los puritanos- Leandro Benegas aprovechó las licencias defensivas para clavar un zurdazo en el ángulo de la portería cruzada.

"Nosotros estuvimos siempre convencidos de que lo íbamos a lograr y que no íbamos a descender. Por suerte me quedó esa pelota al iniciar el partido y por ahí nos ayudó, pero creo que demostramos lo buen equipo que somos porque también lo pudimos ganar", señaló un emocionado Benegas.