"Los voluntarios necesitan contención sicológica"
Así lo explicó la sicóloga Paula Mena, quien señaló que "poner la oreja" tiene sus costos.
Una mujer sentada en un colchón llora desesperadamente. Un joven voluntario la calma y ella le explica que perdió todo en el incendio Le relata sus dramas familiares y personales. El voluntario la escucha pacientemente, la contiene y la acoge. Es la damnificada número 20 que atiende durante ese día.
La anterior escena se repite constantemente en los albergues donde están los damnificados del mega incendio del fin de semana y la sicóloga Paula Mena, del departamento de salud mental del Hospital gustavo Fricke, asegura que los voluntarios también deben recibir contención sicológica.
"En estos primeros días lo principal que están haciendo los voluntarios es "prestar oreja" y eso está muy bien. la gente tiene una necesidad de desahogarse, hablar de su desesperación y de sus angustias y de sus temores", explica la profesional.
La sicóloga agrega que "la incertidumbre ante el futuro desborda a los afectados por el incendio, por eso lo principal es escuchar". Y es aquí donde Paula Mena hace un gran énfasis ya que, "los voluntarios también tendrán que recibir apoyo sicológico, ya que la carga emocional que reciben es tremenda. Muchos van con la intención de retirar escombros y trabajar, pero tendrán que escuchar a los damnificados, a la mamá llorando, a los niños desconcertados y a todo un grupo familiar completamente desbordado".
NIÑOS Y ABUELOS
La profesional explicó que los niños tienen una forma distinta de enfrentar estas extremas situaciones. "Ellos tiene formas de deprimirse diferentes que los adultos. Generalmente ellos tienen actitudes oposicionistas y desafiante, con conductas más defensivas. El trabajo principal con ellos es distraerlos con juegos donde puedan liberar emociones, como dibujar y hablar de los que les pasó".
Con los abuelitos el tema es más complejo, ya que un incendio donde se pierde todo lo material de una vida es algo bastante fuerte. "Hay una vulnerabilidad extrema, especialmente en la gente jubilada o discapacitada, que se siente como una carga más. eso incrementa la preocupación".
LOS PARIENTES
Muchos de los damnificados se fueron a casas de parientes o amigos, que los están acogiendo, produciéndose también un complejo sistema de relaciones.
"Esto es un problema de largo plazo, que genera un cambio en la dinámica familiar. Donde había antes una dueña de casa, ahora pueden haber tres y eso genera conflictos", explica la sicóloga.
Para la profesional la convivencia será compleja, "y hay que explicar a los parientes que es una decisión voluntaria y que hay que asumir que las personas que son acogidas vienen con una pérdida completa de sus bienes en un tremendo incendio". J
La sicóloga Paula Mena señaló que es urgente que todos los pacientes que están tomando remedios siquiátricos (contra la depresión o la ansiedad, entre otros), y que se les quemaron sus dosis deben informar a sus centros médicos y volver lo más rápido a sus tratamientos para impedir desequilibrios. "La interrupción de los medicamentos genera conflictos graves y eso hay que impedirlo", agregó.
Medicamentos