El 27 de marzo de este año, el día en que se presentarían en uno de los escenarios principales del Festival Vive Latino, Los Bunkers anunciaron un receso indefinido. El acuerdo fue abandonar el D.F. mexicano (lugar donde residían desde 2008), cancelar los planes del grupo, abocarse a nuevos proyectos musicales y dejar en el pasado siete discos de estudio y 15 años de trayectoria.

Entonces la interrogante que quedó en el aire desde el lejano Chile fue quién asumirá el sitial de Los Bunkers tras la separación. Si existía esa banda. Si era necesario encontrar un nuevo reemplazo para el escaño que alguna vez ocuparon Los Prisioneros, La Ley, Lo Tres y, durante la década del 2000, Los Bunkers: ese espacio para la banda masiva de pop/rock con proyección internacional con considerable respaldo de la prensa especializada.

Los críticos

Para Sebastián Grant, editor de Cultura y Espectáculos del diario El Sur de Concepción y columnista de música en la misma región de Los Tres, Los Bunkers y Emociones Clandestinas (emblemas locales del rock), el receso del grupo de los hermanos Mauricio y Francisco Durán es natural. "Ya no hay bandas que duren 15 años, eso ya no existe. El mercado musical cambió en el último tiempo. Y por lo mismo, no sé si hay un relevo natural para Los Bunkers", dijo a y agregó: "El legado, la gran enseñanza que nos dejan sus discos, es la consistencia de generar un discurso propio, con punto de vista, un desarrollo personal y consecuente para gustos y miradas distintas".

Sebastián Cerda, crítico de música, también cree que el panorama comercial cambió, pero que a través de esas transformaciones "la posta" la pueden asumir otros nombres. "Desde el punto de vista de la masividad que esas bandas tuvieron, se podría pensar en un grupo como Astro y la enorme proyección que tiene. Sin embargo, si ampliamos la mirada hacia el tipo de banda que representan, en aspectos de su estética y en su relación con nuestra herencia popular, creo que el traje calza muy bien con Ases Falsos". Para Cerda, el problema de los últimos es la estrategia: "Es un grupo que conserva cierta vocación de nicho, y que ha parecido mantener cierta distancia de la masividad, de algunas dinámicas de difusión u otras que puedan oler a comerciales".

Desde otra arista, Diego Rammsy, crítico de El Mercurio, agrega nuevos nombres: "Creo que ese género pop/ rock está extinguiéndose, y que esa posta la vendrían a tomar sencillamente músicos que logren buen arrastre a nivel continental, como Gepe o Fran Valenzuela. El público joven mayoritario prefiere otras tendencias musicales, otros sonidos, y no los mismos que sonaban hace 10 o 15 años".

Según Andrés Panes, también especialista de El Mercurio, ninguna banda está lista para ocupar el puesto de los penquistas. "Nadie. El espíritu de una década no termina junto con el calendario. Aunque Los Bunkers debutaron el año 2001, fueron en realidad los últimos chilenos relevantes de los 90. Y esa era está muerta", apuntó el periodista. "Todo eso de "bandas de relevancia" es una conversación que tiene que ver más con la pérdida de poder centralizador. De haber contado con las plataformas de los 90, artistas de los 2000 como Teleradio Donoso o Francisca Valenzuela serían realmente masivos, no un recuerdo o un número breve en el Festival de Viña. Los escucharían hasta los Carabineros, como decía Henríquez que pasaba con el Unplugged de Los Tres".