Valparaíso sufre con el incendio más grande de toda su historia
Las llamas arrasaron con todo lo que pillaron en los 6 cerros afectados. Los porteños no quieren más guerra.
El cielo está rojo, las nubes negras, hay una lluvia de cenizas y el sol se transforma en una inmensa bola de fuego. Esta apocalíptica escena, que no es de una película, sucedió en la vida real, en pleno corazón de Valparaíso, cuando se desató una de las tragedias más tristes de su historia: un devastador incendio que casi hace desaparecer por completo los cerros Mariposas, La Cruz, Las Cañas, Merced, La Virgen y Ramaditas.
Todo comenzó el sábado pasadas las 16.00 horas, en el camino La Pólvora, cuando -según la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi)- se quemaron 15 hectáreas de pastizal, matorral y eucalipto. Sin embargo, como si la ciudad hubiese tenido que pagar un castigo divino por ser simplemente como es, el dolor continuó hasta el domingo, movilizando a todo Chile a través de sus equipos de emergencia y las redes de solidaridad que nunca fallan en estos momentos.
La tragedia
Cuando las llamas comenzaron a traspasarse de cerro en cerro, los cilindros de gas que estaban en las casas se pusieron a explotar de tal forma, que el sonido se llegó a escuchar hasta Barón y Placeres. El humo en tanto, ya se podía apreciar desde algunos sectores de Viña del Mar, Quilpué y hasta Villa Alemana.
La gente afectada, desesperada, intentaba salvar sus cosas colocándolas en medio de la calle. Esto provocó que varios carros de Bomberos tuvieran problemas para circular, pero junto a 14 brigadas, 17 aeronaves, 4 helicópteros y 3 aviones de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y del Sistema de Protección Civil, hicieron todo lo que estuvo a su alcance para poder aplacar el fuego.
Pero la tarea no era fácil. Cuando llegó la noche, la ciudad se transformó en un infierno. Por eso, Carabineros se movilizó para evacuar a todas las personas que se encontraban en los locales nocturnos y se declaró la Ley Seca.
Afortunadamente, todo esto se llevó a cabo en completo orden, puesto que la mayoría de los presentes eran jóvenes que, apenas supieron lo que estaba pasando, se organizaron a través de las redes sociales para recolectar ayuda para los damnificados.
Lo mismo ocurrió con el caso de los animales, donde algunos veterinarios se ofrecieron para atender a los heridos gratuitamente, mientras algunos animalistas se ponían de acuerdo para dedicarse a las labores de búsqueda.
Fuera de control
Como el incendio se hacía cada vez más incontrolable, la Compañía de Bomberos de Valparaíso solicitó la colaboración de todas las unidades de la V Región, además de la IV y Región Metropolitana, pero trascendió que mientras venían en camino al Puerto, las concesionarias le cobraron peaje a estos voluntarios, lo cual fue bastante criticado por los porteños.
El impacto de la tragedia llegó a tal punto, que hasta medios internacionales como El Clarín, de Argentina; El Mundo y El País de España y El Nuevo Herald de América Latina, destacaron la noticia en sus portadas y portales Web.
Por todo lo anterior, el Gobierno decretó la Alerta Roja y luego el Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe, dejando en manos de las Fuerzas Armadas el control total de Valparaíso.
El jefe de la I zona Naval, contraalmirante Julio Leiva Molina, quien quedó a cargo de esta responsabilidad, señaló que diversos Infantes de Marina resguardaron la seguridad entre calle Colón y Francia, mientras que un centenar de efectivos pertenecientes a la Academia Politécnica Naval se concentraron en la avenida Brasil, para luego desplegarse a los cerros afectados por el incendio. Asimismo, informó que personal de la Armada tomó el control de seguridad en el cerro Mariposas, Las Cañas y en el Gimnasio Polideportivo Renato Raggio de Valparaíso, apoyando el resguardo de las 204 internas pertenecientes a la cárcel pública de la ciudad.
Desaparecidos
La mayoría de las casas afectadas eran de material ligero, las cuales fueron consumidas por completo. A eso de las 16.00 horas, se dio a conocer que se habían quemado 800 hectáreas, 500 viviendas y que en total habían sido diez mil los evacuados.
También comenzaron a surgir los cortes de luz y las denuncias por personas desaparecidas, en las que muchas familias lloraban por sus seres queridos que no aparecían por ninguna parte. Uno de los casos más difundidos fue el de Raúl Mora y María Garrido, una pareja de la tercera edad de la cual hasta el cierre de esta edición no hay novedades.
Respecto a todos los incendios que han afectado a Valparaíso, éste sería el más grande en su historia, porque ni el ocurrido el pasado 14 de febrero de 2013, en Rodelillo, en donde se quemaron 284 casas y 70 familias fueron evacuadas, se compara con este que se desató el pasado sábado.
En relación a las causas y a la posible participación de terceros, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, señaló que eso no se puede confirmar, pues "hoy (ayer) es momento que nos concentremos en controlar el fuego". En este sentido, el ministro informó que a los damnificados se les va a entregar un bono para comprar ropa y artículos personales, como también subsidios de arriendo mientras vivan de allegados o en las viviendas de emergencia. Respecto a la ley seca, el contralmirante Leiva Molina apuntó que la Ley Seca se mantiene y que ninguno de los locales nocturnos de Valparaíso va a poder funcionar.
Al final de la jornada, las autoridades confirmaron que hubo 8.000 damnificados, más de 2.000 casas siniestradas y 1.200 albergados.
A los damnificados se les entregará un bono para comprar ropa y artículos de aseo, además de un subsidio de arriendo.