La eterna lucha de los skaters de Villa Alemana
Desde 2010 se movieron para que el municipio les construyera un skatepark para practicar tranquilamente su deporte. Les dijeron que sí, pero cuando se lo entregaron, no era como les habían dicho...
Si usted es de Villa Alemana y ha transitado por la calle Buenos Aires, a la altura del Colegio Nacional y la estación del Metro, seguramente se habrá topado con varios jóvenes que, con sus coloridas patinetas, están haciendo diversas piruetas en un espacio pavimentado y con algunas rampas.
Dichos jóvenes, llevan varios años haciendo lo mismo, pero su deporte no es del agrado de todos. De hecho, a algunos vecinos del sector les molesta bastante y con escobas y rastrillos en mano han salido a increparlos, pidiéndoles que se vayan de una vez por todas.
Sin embargo, lo peor ocurre en las vísperas de Navidad, cuando los administradores de los puestos que para esas fechas se instalan para vender adornos de Pascua les quitan su espacio, sin derecho a reclamo.
Para estos skaters la cosa no ha sido fácil y, pese a que el municipio les entregó un skatepark en la esquina de Berlín con Condell, cerca de la plaza Belén, no se sienten conformes y se declaran "estafados". "Nos prometieron una cosa y nos dieron otra, la lucha sigue y no pararemos hasta que logremos lo que queremos", dicen indignados.
"No somos vagos"
José Ignacio Miranda, un skater villalemanino que ha andando durante 14 años arriba de la patineta, lamenta la situación, principalmente porque piensa que el hecho de que los consideren "vagos" influyó en la construcción de un skatepark que, en rigor, no les sirve.
"Las mentiras son muchas por parte de la alcaldía y los gastos son absurdos. Las medidas y condiciones del llamado skatepark son un insulto para el nivel y esfuerzo que hay detrás de estos llamados vagos skaters. Dentro de nuestro grupo existen profesionales, profesores, constructores y estudiantes, los cuales practican este deporte y crean lazos para toda la vida", señala Miranda, con tristeza.
Además, explica que con los recursos que se destinaron para el proyecto, se podría haber hecho algo mucho mejor.
"Hemos marchado, reclamado y dejado en claro antes de la construcción de este llamado skatepark, que las medidas no eran las correspondientes y que con ese presupuesto se podían hacer cosas mejores, como es el caso de Graneros y Santiago, donde se construyó un skatepark de proporciones ideales para practicar este deporte y el cual fue hecho por una constructora especializada en skateparks, por el valor de 30 millones de pesos aproximadamente. En Villa Alemana se gastaron alrededor de 35 millones en algo que está mal hecho y no tiene las condiciones para practicar este deporte", se explaya el skater.
Por esta razón, los deportistas urbanos se sienten más que ofendidos. "El espacio, vuelvo a reiterar, es un insulto para los skaters de Villa Alemana. Por eso, no depondremos nuestros reclamos ni marchas porque, si es posible, esto debe parar. Los skaters merecemos un lugar mejor y un espacio digno para practicar nuestro anhelado deporte", manifiesta el joven.
malos circuitos
Darío Covarrubias, otro skater villalemanino que lleva cerca de 17 años haciendo piruetas por la ciudad, dice que el nuevo skatepark, el cual aún no ha sido inaugurado oficialmente, sólo alcanza para que lo utilice una persona.
"El skatepark aún no se ha inaugurado pero igual está siendo utilizado. Eso sí, la forma de circuito no es buena para nosotros, porque el tamaño que tiene es muy reducido y eso es peligroso, porque si se meten dos personas al mismo tiempo, pueden provocarse accidentes. Por eso aún vamos al espacio que está cerca del Colegio Nacional", explica Covarrubias.
Sin embargo, el joven, que es profesor y fotógrafo, agradece que la comuna al menos se haya acordado de ellos. "Si bien la construcción del skatepark quedó como en el 70%, en el sentido de la calidad, y el circuito que hay es súper básico, igual lo considero un avance para lo que se ha venido pidiendo de hace tiempo. Yo, por ejemplo, patino desde hace 17 años y es lo primero que se hace en la ciudad", manifiesta el skater. De todas maneras, los jóvenes temen perder el espacio que tienen al lado de la estación del metro y que ha sido adaptado con circuitos por ellos mismos.
"El espacio que está cerca del Colegio Nacional es privado y lo gestionamos nosotros mismos para empezar a andar. Pero últimamente corre el rumor de que el dueño del terreno lo va a vender para pasarlo para construir un terminal de buses y ahí que sería complicado para nosotros. Como decía, el skatepark que se nos construyó en Berlín lo puede usar una sola persona a la vez", lamenta Darío Covarrubias.
Sargento aldea
Por ahora, los skaters todavía pueden ir durante las tardes a andar en patineta en el circuito que ellos armaron, pero les queda poco tiempo y esperan que pronto se mueva un proyecto pensado en el sector de Sargento Aldea.
"Hay un segundo proyecto de hacer un skatepark cerca de la estación Sargento Aldea, en Peñablanca. Eso sería muy bueno porque en el espacio nuevo se aglomera mucha gente a cierta hora del día, entonces la mayoría, que son los más grandes, se va a andar al espacio del colegio Nacional. Ojalá se le tome urgencia a eso, porque, a diferencia de lo que muchos piensan, éste es un deporte que practican muchos villalemaninos que son estudiantes y trabajadores, no vagos", sentencia el skater de corazón.
"Se gastaron alrededor de 35 millones en algo que está mal hecho y no tiene las condiciones para practicar este deporte". José Ignacio Miranda, skater villalemanino.