Turistas cuentan cómo es el "Woodstock" chilote
La Fiesta de la Luna convoca a miles de visitantes, especialmente mochileros de todo el país y del extranjero. Aquí les contamos la historia de cómo se inició esta festividad que que atrae y sorprende.
No todas las historias en torno a la mística Fiesta de la Luna, que se realiza anualmente en febrero en el sector de Chanquín, a orillas del lago Huelde, en Chonchi (Chiloé), se refieren a excesos, basura y hordas de mochileros transitando por la provincia. Si bien para muchos estos temas representan más de algún dolor de cabeza, los orígenes y el sentido inicial de la festividad distan mucho de esta apreciación.
Hay experiencias, como la de Pedro Sepúlveda, que nos hablan de tradición y de cómo empezó a gestarse la celebración del plenilunio en tierras insulares, la que convoca actualmente a miles de jóvenes en su mayoría universitarios.
Oriundo de Santiago, pero radicado hace más de 25 años en la zona, Pedro participa desde más de 15 años de la Fiesta de la Luna. Como en otras oportunidades esta vez no llegó sólo a la actividad. Anda con su señora y sus dos hijos de 15 y 9 años. "Tengo 51 años y para mí es un pequeño Woodstock, una cosa así, porque yo soy rockero", señala.
Sobre los orígenes del encuentro, Sepúlveda recuerda que "esto empezó como un camping, y todo por la luna, como un homenaje a la luna. Eso sí yo este año la veo medio pobre, en cuanto a fogata. El año pasado fue una fogata grandísima", contó.
El vecino residente del sector castreño de Llau Llao, destaca que en el masivo evento "la mística es bailarle a la luna. Incluso hay un grupo que se dedica a eso, que le danzan a la luna, pero hoy no los veo".
CAMBIOS
CAMBIOS
No es sorpresa. A estas alturas y ya con varios años realizándose, la festividad ha cambiado mucho desde sus inicios. Así por lo menos lo recuerda Guido Millacura, nieto del "Abuelo Peto", quien pone nombre al camping que recibe a los visitantes al evento.
"Primero empezaron a llegar grupitos, así como de veinte personas y estas 20 personas nos incentivaron a hacer el camping", rememora uno de los administradores de este espacio.
El boca en boca funcionó bien, ya que según Millacura "las mismas personas que llegaron empezaron a traer más gente y así se fue masificando, de a poco".
Pero el boom llegó hace poco más de un lustro, cuando gracias a las redes sociales, el lugar literalmente comenzó a "colapsar" por la gran cantidad de visitas que arribaron.
"Ahora es demasiada la gente que está llegando", reconoce el lugareño.
Según Carabineros, se estima que para la reciente noche de luna llena, llegaron al sector alrededor de 5 mil personas, por lo bajo.
Con mejor accesibilidad al recinto, son miles los mochileros que atrae la fiesta, provenientes de diferentes partes del país e incluso del extranjero, que llegan a conocer el legendario encuentro.
Pedro Sepúlveda, también reconoce la magnitud que ha ido tomando la tradicional fiesta que según él, "está mucho mejor y donde hay cada vez más gente". "A toda esta gente la ves macheteando en la calle, en Castro y en Puerto Montt, pero aquí fíjate que lo único que te piden es un cigarro y sin atrevimiento, es algo muy especial donde todo se comparte", afirmó.
El avecindado, mueblista de oficio, también identifica algunos problemas que conlleva la llegada de tantos visitantes. "Falta preocupación de las autoridades para que acá pongan agua para la gente, una ambulancia y carros policiales igual", recalca.
penquista en chiloé
penquista en chiloé
Guillermo Arteaga, oriundo de Concepción, llegó por primera vez junto a un grupo de amigos. A pesar de la buena onda, el penquista es más crítico sobre las condiciones básicas con las cuales debe contar el camping. "Esperábamos que acá fuese distinto. Que hubiera baño o luz, pero nada. El problema no es con el ambiente de la fiesta, sino más que nada con la organización del camping", menciona.
Lo mismo piensa otro de sus amigos, Ricardo Gavilán, quien suma que la fiesta "daría para más pero con una mejor organización. Pero para eso se tienen que hacer muchos cambios, porque si tú te pones a pensar, es mucha la gente que demanda agua y baños, y es posible que hasta se puedan generar problemas sanitarios", plantea.
Francisca Neguel llegó a la Fiesta de la Luna desde Osorno. Lleva años llegando hasta el territorio hueldino y en esta ocasión asegura que "ha cambiado harto el ambiente, porque por ejemplo, se ven más robos y los del camping no se hacen responsables".
La osornina también hizo hincapié en el estado de los baños, que a su juicio, "son asquerosos, desde el momento que llegas están asquerosos y hay uno para todos. Hay cosas que mejorar porque convoca a un montón de gente acá y al final no estamos en buenas condiciones", acota.
El evento chilote dura como tal una noche. En el lugar trabajan cerca de 25 personas para atender a las más de 5 mil que arriban al lugar. De dos servicios sanitarios disponibles sólo uno funciona y sólo por algunas horas ya que luego igual colapsa. Lo mismo pasa con el agua, que pasa a ser el bien más preciado en el campamento, además de los cigarrillos.
proyección
proyección
Sepúlveda también encuentra que es necesaria una mejor organización del evento. "La juventud que vive esto lástima que está mal proyectada. Les falta más organización, ya que sería un buen evento porque tiene potencial. Además es la única Fiesta de la Luna en Sudamérica y se hace en este puro camping", esboza.
Por último, el rockero de Llau Llao pone de manifiesto que "lo que más me agrada es que no hay escándalos. Mira, mira todo en buena onda, no hay escándalo, nadie anda peleando ni discutiendo con nadie. Sólo falta una mejor organización y que sigamos viviendo la paz y el amor que es lo único gratis que tenemos", aclara.
"Sólo falta una mejor organización y que sigamos viviendo la paz y el amor que es lo único gratis que tenemos". Pedro Sepúlveda, rockero de Llau Llao e histórico de la Fiesta de la Luna.