Entre asado y vino se vivió la tradicional jornada hípica
Desde temprano las puertas del Sporting tenían filas de cientos de personas esperando ingresar.
El sábado se abrieron las puertas del Sporting para que los más fanáticos llegaran a acampar. Pero fue ayer cuando el recinto explotó de gente. Es que fueron cientos de visitantes que llegaron desde temprano a instalarse con carpas y parrillas en el Sporting.
El asado fue la comida preferida por las familias, quienes a eso del mediodía comenzaron a encender las parrillas y a echar las primeras carnes a las brasas. "El asado se hace primero, de ahí almorzamos todos juntos, y cuando es la hora de la carrera principal, es cuando uno se come el choripán", señala Julio Pizarro, quien prefirió el costillar y el pollo para su parrilla.
Otro que empezó desde temprano fue Eduardo Vargas, quien también hizo un asado junto a sus amigos. "Venimos todos los años con la familia y con los amigos que encontramos, para armar así un buen asado, con buena carne y ricos choripanes".
Y el asado se acompaña con mote con huesillos, vino o cerveza, bebidas tradicionales que en este tipo de eventos permiten capear el sol que se instala durante la tarde en el lugar. "Yo prefiero la cerveza, porque es más ligera y así paso la carne, porque las bebidas con gas no me dejan bien", cuenta Soledad Ramírez quien acompaña a su esposo al lado del fuego.
Pantallas
Y para los que no quieren perder ni una sola carrera, pero que tampoco quieren dejar botada la parrilla, se implementaron pantallas gigantes, en donde se transmitieron cada una de las corridas y que permitieron a los fanáticos de la hípica no despegarse de la parrilla ni de las apuestas. "Son lo mejor porque no tenemos que ir a pararnos en las graderías y podemos seguir cocinando", cuenta Julio, quien prefiere reunirse con su familia a estar entre la multitud.
WANDERINOS
Pero la hípica no es sólo un deporte para los que aman a los caballos, sino también para aquellos que vibran con el fútbol. Ese es el caso de Héctor Olivares, quien es fanático de Wanderers y que vino preparado para demostrar su pasión.
Se vistió con la camiseta verde y puso un toldo con el logo de su amado equipo y así entre cánticos preparó su asado. "Con mis hijos y mi esposa somos fanáticos del fútbol y por sobretodo de Wanderers y esa pasión la llevamos a todos lados", señaló Héctor.
Como cada año el rey del lugar fue el melón con vino que según los hípícos es la bebida más refrescante para pasar el calor de la tarde, pero no cualquiera puede hacerla, pues ésta debe tener una preparación previa. "Lo primero es cortar el melón y sacar lo de adentro, lo más importante es dejar remojando el vino cerca de una hora antes de tomárselo. El azúcar es a gusto", señala Ingrid Lara quien ya conoce la técnica para preprarar el mejor melón con vino.
Melón con vino