Clorinda Balladares, la mujer que perdió sus dos piernas debido a una diabetes mellitus tipo dos y que producto de esto pasó encerrada en su casa 5 años sin poder salir, recibió la mañana de este martes la donación de una nueva silla de ruedas.

La silla fue entregada por Juana Gormaz, de 76 años, quien tras leer el reportaje publicado en La Estrella de Valparaíso -lunes 13- quiso ayudar en algo a esta porteña y darle una sonrisa. "Cuando yo vi el caso de esta señora me vino una pena tan grande y quise tanto ayudarla, aunque sólo sea con esto", señaló.

La tristeza que Juana sintió tiene que ver con que ella se identifica profundamente con este caso, ya que ella también perdió una pierna. Hace algunos años, y tras sufrir por años dolores, su doctor le detectó un cáncer ramificado y tuvieron que extirpar su pierna derecha. Según cuenta, este cáncer se desencadenó luego de que un pelotazo le llegara en la pierna cuando era casi una niña.

Es por esto, que Juana al conocer esta triste historia decidió entregar una silla de ruedas que no utilizaba y que permanecía prácticamente nueva.

Esta silla llegó a manos de Clorinda en un momento clave de su vida, pues el día anterior su vieja silla de ruedas, con el asiento descuadrado, se había roto. El brazo de la silla se había quebrado al hacer un mal movimiento y pensaron que no tendrían ninguna solución, por lo que la llegada de esta donación trajo consigo alegría para la familia Balladares.

Para entregar la silla, Juana quiso acudir directamente a la casa de Clorinda y así entregarle su preciado regalo, de esta manera pudo comprobar en carne propia el difícil acceso que tiene la mujer a su hogar debido a la mala condición de las escaleras y de la calle, las cuales se encuentran actualmente en reparaciones,

Las mujeres se conocieron y simpatizaron en seguida, pues ambas han pasado por una enfermedad que afectó sus piernas y aun así han logrado sobrevivir. "El cáncer y la diabetes son enfermedades silenciosas y peligrosas", señaló Clorinda al conocer la historia de la señora Juana.

Como forma de agradecer este hermoso gesto Clorinda le entregó a Juana un perfume, en donde dejó retratado todo el aprecio que siente gracias a la donación de esta silla nueva. "Es mucho más cómoda y puedo sentarme mucho mejor que antes", dijo feliz la mujer.

Clorinda espera que tras dar a conocer su historia se solucionen algunos de sus problemas. Además quiso dar un mensaje de esperanza para aquellos que padecen enfermedades, pues si ella pudo sobrevivir muchos otros pueden.

Clorinda Balladares vive en Rodelillos junto a su hija Gillian y su nieta Fernanda. Desde hace 5 años vive postrada en su cama debido a que la diabetes hizo que le cortaran ambas piernas. Según ella misma ha señalado uno de sus mayores sueños es pronto poder postular a un subsidio habitacional del Gobierno, en donde le entreguen una casa propia, en un sector donde no existan esas molestas escaleras. Para ello, está ahorrando en una libreta, pero es difícil para ella juntar dinero, pues solo cuenta con una pensión de 80 mil pesos y el sueldo de su hija, quien además de trabajar debe cuidarla.

Sueño