Paulatinamente nos están incendiando Valparaíso. Me imagino un grupo de financistas que se dedican, whisky en mano y un mapa de Valparaíso sobre la mesa cotejando el más vulnerable de los cerros y con buena vista al océano, (corre billete) para incendiar una propiedad, habitada o no, luego se le echa la culpa a un corto circuito, una vela mal apagada o un cigarrillo o, mejor aún, a un enajenado mental. Viene la erradicación de los moradores ¿a dónde? Pasado un tiempo, "alguien" remata el terreno, luego aparece un letrero de una inmobiliaria, anunciando un próximo edificio de departamentos con ofertas de "Compre en verde". Imagino también que estos departamentos los adquieren de preferencia santiaguinos que desean un lugar propio y privilegiado de la Joya del Pacífico, para arrendarlo por días, de acuerdo a las actividades veraniegas, incluido fiestas de fin de año. Así, desaparece el trajinar diario de la señora del barrio, que sale a comprar a la esquina y se encuentra con una vecina, conversan, luego va a la frutería, a la carnicería de "su" barrio, mientras los niños juegan en la calle cerca de sus casas, los mayorcitos ya se han ido a otros rumbos y cuando vuelven, vuelven, vuelven a renacer al encontrarse con "su gente".

Luis Leiva G.

Que noticia más positiva entregó el lunes la Estrella, el gran ejemplo del empresario porteño Patricio Horman que con platita de su bolsillo inició la eliminación de hoyos de la avenida España que pone en peligro a tanta gente todos los días. Si realmente todos los candidatos a algo fueran creativos y dispuestos a servir a la comunidad, en la última elección Vaparaíso y Viña habrían quedado todas las calles sin hoyos si hubieran invertido los millones y millones en carteles y palomas ofreciendo acción y apoyo a la comunidad. Esta es la hora que todavía estaríamos aplaudiendo a ganadores y perdedores. Don Patricio Horman está dando un gran ejemplo tanto a las autoridades, empresarios y público en general. Debemos de aprender. Gracias don Patricio.