Andrés Godoy, el guitarrista sin límites
A los 14 años, sufrió un accidente en el que perdió su brazo derecho. Hoy no sólo toca el instrumento, sino que inventó una técnica y viaja por el mundo con su música.
Andrés Godoy, guitarrista, productor musical y gestor cultural chileno nacido en San Antonio en 1953, a los 14 años iba rumbo a ser un instrumentista de excepción. De origen humilde, con gran esfuerzo sus abuelos le habían regalado a los 10 su primera guitarra.
Dominaba a su edad variados estilos de música popular y clásica. Tenía talento y ganas de ser un gran músico nacional. Sin embargo, un accidente automovilístico en 1967 puso un paréntesis en su vida: perdió su brazo derecho, base principal hasta entonces de su talento artístico.
"Cuando miro hacia atrás y recuerdo el accidente, para mí ahora es una bendición, pero en ese momento fue una tragedia, donde te preguntas "por qué a mí, si yo tocaba tan bien la guitarra, estaba destinado a ser un gran artista, y ahora no voy a ser nada. Toda la gente me va a mirar por ser discapacitado"", recuerda Godoy, mientras se encuentra en Arica, participando en el programa Escuelas de Rock, del Consejo de la Cultura y las Artes, que él mismo ayudara a crear como gestor cultural el año 2000.
"lo logré"
El "coscorrón" que le dio la vida, como él mismo lo define, fue bien fuerte. No sólo perdió el brazo, sino que quedó cerca de un año con un cuadro de paraplejia. "No me podía mover, podría incluso haber quedado para siempre postrado en una silla de ruedas", rememora el instrumentista, "pero si algo me enseñaron mis padres y abuelos es que tienes que seguir tus sueños, aunque parezcan imposibles, y después de un par de años del accidente me apliqué a la tarea, entonces titánica, de levantarme y enfrentar la vida desde esa adversidad", señala.
Dice que trastabilló, cometió errores, acumuló un montón de frustraciones, sufrió depresiones, pero su sueño fue más fuerte y decidió replantearse, aunque fuera con una mano, la posibilidad de volver a tocar la guitarra.
"Me costó muchísimo años y lo hice en silencio, delante de nadie, porque no quería que alguien sufriera viendo a este pobre hombre tratando de tocar y sin poder, que no da una nota o un acorde bien. Era como algo felinesco, solo frente al espejo, pero lo hice con convicción. Si tú eres observador de algo así, es una situación casi absurda", afirma Godoy.
Fueron unos años de practicar y practicar, golpear, rasguñar las cuerdas, hasta que un día consiguió el primer sonido de su instrumento predilecto. "Allí dije "lo logré, puedo volver". Y ahí comencé a ejercitar muchas horas diarias, lo que me llevó a inventar la técnica Tatap para tocar la guitarra con una sola mano", afirma.
Técnica Tatap
La técnica "Tatap" a la que él se refiere, y que describe en detalle en su publicación del 2012 del mismo nombre, se basa en el principio de percutir las cuerdas sobre el mástil de la guitarra en series de secuencias de golpes y percusión, y movimientos tales como tirones y rasguños, con los que va creando ritmos y armonías, canciones y melodías.
"El estilo tiene muchas cosas. En primer lugar, lo que me influenció musicalmente. Yo tengo muchas influencias, desde el mundo del rock, la música clásica, folclor, la música étnica (asiática, africana, sudamericana, de raíz). Esos sonidos siempre han estado en mi cabeza, pero también el rock desde su inicio, como respuesta desde la rabia, con el rock más pesado, más duro, cuando era más joven (Rolling Stones, The Credence, Black Sabbath)", indica.
"Cuando logro descubrir esta técnica, me doy cuenta de que estoy frente a algo innovador, nuevo. Siempre digo que cuando Colón llegó a América no pensaba que era innovador. No pensaba en descubrir nada y, por un error, porque quería llegar a las Indias, llegó a otro lado y desde entonces la construcción del mapa y la geografía cambió. Yo no soy Colón, pero en lo mío, en lo pequeñito, en lo modesto, en lo microscópico, descubrí una técnica nueva para tocar la guitarra. Y esa técnica (que está traducida en textos al inglés, alemán y chino) es estudiada en muchas partes del mundo", subraya.
Agrega que en Chile no se le ha dado mucho valor o importancia a su trabajo, pero expresa que le acomoda trabajar desde el anonimato.
Recorriendo el mundo
Hoy día esta técnica le permite viajar y conocer nuevas visiones, sonidos e instrumentos. Sólo entre marzo y abril de este año estuvo recorriendo Europa, donde dio conciertos, workshops y charlas motivacionales.
En junio además estuvo en Japón, Taiwán y la China continental. "Viajé con lo mínimo de ropa y mi guitarra. Hoy mi agenda del 2014 ya está a full. Ahora no me invitan a esos festivales porque toco con una sola mano, sino porque toco bien. El que lo haga con una sola mano es un accidente, una anécdota, porque si tú tocas mal con una mano van a decir "ah, qué bueno el esfuerzo que hace de tocar con una sola mano", pero si tú tocas bien, y tienes una pieza musical y ven que tiene sentido, calidad, y que motiva y emociona a otra persona, van a hablar sobre la calidad de tu composición musical. Y eso es lo que yo siempre he buscado, no obtener un aplauso compasivo (porque podría trabajar eso), no me quiero justificar en que tengo una sola mano. Esa es mi vida", añade el músico, productor musical y gestor cultural.
Curiosamente, fue su labor de productor, la que lo llevó en agosto a dictar talleres para unas 40 bandas emergentes de Arica.
En su currículum en dicho ámbito, destaca como productor de connotadas bandas nacionales. Entre ellas hizo el primer disco de Lucybell, el disco debut de La Pozze Latina, todos los discos de los Sinergia y los dos discos de Los Peores de Chile.
"Todos han dejado alguna huella en la historia musical chilena, sea mala o buena; pero siempre han hecho algo con identidad. Mi aporte va por ese lado, el incentivarlos a que perseveren haciendo algo distinto a lo que hacen otros", enfatiza.
experiencias
"Aquí hay cosas muy interesantes. Hay mucha diversidad, entre quienes hacen una música más metalera, más hardcore, más thrash, hasta el otro lado, que es más electrónica. También se ven solistas y gente que hace pop. No voy a dar nombres, pero me he llevado una inmensa sorpresa. Hay tres o cuatro de esas agrupaciones que tienen elementos que son muy desarrollados y que eventualmente se podrían transformar en proyectos, no sólo de ellos mismos, sino que regionales, que representen un sonido de Arica, una identidad local, independiente del género que cultivan", reafirma.
"Yo he visto que los chicos están impactados, porque no han tenido nunca la posibilidad de estar frente a una persona que es productor musical, que puede entregarles tantas visiones y ejercicios, ya que aquí no se trata sólo de teorizar, sino que también de hacer ejercicios, aportando identidad", manifiesta.
Godoy espera que esta escuela de rock deje en ellos un conocimiento, una pequeña herramienta para que ellos puedan seguir desarrollándose, "porque Arica está muy lejos de Santiago y hay que partir pensando la música y la cultura desde las mismas regiones", recalca el guitarrista.
Pero su deseo de aportar no se ha limitado a lo musical, sino que también entregar algo más desde su experiencia personal. Por ello, en sus tiempos libres, charla con niños de educación básica y media de distintos establecimientos educacionales.
"Para mí es muy importante cuando estoy en Chile poder viajar al norte o al sur y tener encuentros con los niños y jóvenes y mostrarles que todo es posible. Estuve en el liceo agrícola de Azapa, compartiendo con niños de 6 y 7 años y me conecté con ellos enseguida. Les dije que ellos tenían un conocimiento que los niños de los mejores colegios pagados de Chile no tienen y que es saber producir hortalizas. Luego les dije que no temieran a las adversidades, que si ellos tenían problemas para seguir produciendo los mejores tomates o choclos, que buscaran la manera distinta de volver a hacerlo. Quizá si no hubiera perdido mi brazo y fuera una persona que se dice normal, estaría deprimido, aburrido, jubilado; pero gracias a eso he recorrido el mundo, en poco tiempo más estaré en Frankfurt, Shangai o Tokio, entonces mi experiencia está allí, desafiando al destino, a mí mismo, a mi timidez, mis depresiones. ¿Y cómo? Haciendo que mi sueño no sea sólo abstracto, sino que tenga corporalidad, sea tangible, audible, visible en la historia", dice Godoy.
"Quizá si no hubiera perdido mi brazo y fuera una persona que se dice normal, estaría deprimido, aburrido, jubilado".
Andrés Godoy está desarrollando una iniciativa que se llama "Compartiendo experiencias", que incluirá charlas motivacionales sobre cómo enfrentar la diversidad, los obstáculos y las oportunidades. "Tal vez si le pongo empeño descubra algo… y mira lo que descubrí, mi propia técnica", sentencia Godoy. "Chile es un país particularmente ruidoso, y un ruido de mala calidad, mala música sonando en los medios, mala televisión. Nuestro país tiene una saturación de ruido: el de los políticos, de la calle y su neura, el ruido de la gente que quiere tener más porque te dicen que en Chile tenemos que ser más modernos; ruido mental, ruido emocional, el ruido de los nuevos autos y carreteras de Chile, y la falta de sonido en los bolsillos que no suenan. Mi intención es contribuir a que paremos ese ruido. Lo más importante es que escuchemos nuestro sonido interior", concluye Godoy.
País ruidoso