Comerciante se enfrentó a bastonazos con asaltantes
Lo golpearon en la cabeza y trataron de asfixiarlo con "llave mata leones".
Su acción podría ser catalogada por algunos de heroica y por otros, como temeraria e imprudente. Pero un comerciante porteño no se arrepiente de haberse enfrentado a dos peligrosos antisociales que asaltaron su local y lo golpearon brutalmente. Ahora planea comprar un arma de fuego para defenderse.
El protagonista de esta historia se llama Héctor Arancibia, de 52 años, dueño de la importadora y juguetería "Anaís", ubicada en calle Condell, a escasos metros de plaza Aníbal Pinto.
La noche del lunes sufrió en su local la experiencia más extrema de su vida. Faltaban pocos minutos para las 21.00 horas y estaba solo en la caja, comenzando el arqueo del dinero de la jornada. La cortina metálica se hallaba abajo a unos pocos centímetros del suelo. De improviso, ésta fue levantada por un joven que entró raudamente al negocio.
Héctor pensó que se trataba de los habituales clientes que necesitaban comprar algo a última hora. Pero estaba totalmente equivocado.
"Lo quedé mirando y no me dijo nada, yo estaba un poco descolocado hasta que me pidió que le entregara la plata. Sacó un revólver y me apuntó a la cabeza", relata.
A esa altura, un cómplice del pistolero también se había escabullido a la sala de ventas. "El tipo con el arma me reitera con insultos que le entregue el dinero, de lo contrario me iba a matar. Me apuntaba al cuerpo y después al suelo, y se puso nervioso al ver que le respondí que no le iba a pasar nada", agrega Arancibia.
a bastonazos
De inmediato, el segundo antisocial ingresó al área de la víctima. De las estanterías, el ladrón sacó un bastón retráctil para agredirlo, por lo que el comerciante tomó otro igual para defenderse.
"Empezamos a forcejear y el pistolero saltó el mostrador apuntándome, para luego empezar a golpearme en la cabeza con el arma. Logré doblarle la mano y empecé a pelear con los dos. El segundo me golpeó con el bastón en la cabeza y comenzó a chorrearme mucha sangre en el rostro, no podía ver y comencé a marearme", continúa el relato.
El comerciante finalmente pudo desarmar al que tenía el revólver, pero luego sufrió una maniobra de asfixia que pensó iba a terminar con su vida.
"El que me pegaba con el bastón luego me agarró del cuello y me hizo una llave que le llaman "la mata leones". Me tenía inmovilizado y me estaba asfixiando, grité para pedir ayuda. El otro corrió a la caja a sacar el dinero y mi chequera y escaparon", añade la víctima del asalto.
Medio aturdido por la pérdida de sangre y el intento de sofocamiento, el comerciante salió a la calle a buscar a los delincuentes. Mientras con el celular se comunicaba con el plan cuadrante de Carabineros, transeúntes con algunos conocimientos de primeros auxilios lo trasladaron nuevamente a su negocio para hacerle las primeras curaciones.
persecución
Con las características físicas de los asaltantes entregadas la policía uniformada, se hizo un rápido operativo y motoristas de la Segunda Comisaría Central detectaron su presencia en una micro de recorrido "E", que minutos antes había salido de plazuela Ecuador en dirección al cerro.
En poder de los antisociales estaba el dinero sustraído, además de un notebook que aparentemente fue producto de otro delito cometido por la dupla. Fueron llevados al cuartel policial, donde fueron identificados como S.J.G.J., de 18 años, y Y.P.S.V., de 15, domiciliados en La Pintana, los que fueron reconocidos por el afectado.
Como evidencia, la policía uniformada se llevó el revolver, que resultó ser de fantasía, y las armas contundentes usadas por víctima y victimario. Los jóvenes pasaron a audiencia de control de detención por robo con violencia.
Héctor Arancibia fue atendido posteriormente en el hospital Carlos Van Buren, donde las radiografías revelaron que no existían lesiones internas de gravedad, sólo cortes en su cuero cabelludo y golpes, por lo que fue derivado a su hogar con reposo. Los días siguientes debe asistir a curaciones.
otro robo
El comerciante felicitó a los carabineros por arrestar a los involucrados: "En marzo pasado me pasó algo similar, pero menos violento, ya que fui víctima de un lanzazo y tras llamar al cuadrante , detuvieron altiro al ladrón". No obstante, estima que por la falta de dotación hay menos patrullajes en el barrio.
Héctor Arancibia reconoce que su familia lo recriminó por su decisión de enfrentarse a los antisociales, ya que pudo haber sido herido e incluso muerto si le hubieran disparado con un arma real. Pero no se arrepiente de su reacción.
"Te están robando lo tuyo, por lo que te sacas la cresta toda la semana y que un par de imbéciles vengan a robarme lo que me cuesta trabajo... no puedo. Si uno ve posibilidades de responder, no lo piensa y actúa", señala.
Anunció que piensa invertir en mejores condiciones de seguridad, como la instalación de cámaras de televigilancia que pueda monitorear desde su domicilio. Y una medida más radical: "Estoy decidido a comprarme un arma de fuego y si tengo que usarla, no lo voy a dudar. Sería lamentable hacerlo, pero es mi integridad y la de mi familia que a veces me acompaña en el local".
En siete años en el sector, ha sufrido un robo y otros en grado de frustrado. "La delincuencia nos tiene sobrepasados y los buenos deben estar escondidos, mientras los antisociales anda n libres. Mientras los parlamentarios no se pongan los pantalones de una vez por todas, esto va aumentar. Los derechos humanos son también para los que trabajan honradamente y no sólo para los delincuentes", enfatiza el comerciante, que piensa seguir hasta el final con las acciones legales en contra de los atracadores. J
Otro grave hecho delictual que ocurrió en el plan afectó a la sucursal de Din de avenida Pedro Montt. Por la parte trasera, desconocidos realizaron un forado en el techo de un metro y medio de diámetro, a la altura de la bodega en la cual había dos cajas fuertes. Dieron vueltas las cámaras y mediante la técnica de oxicorte, lograron sustraer desde el interior una suma superior a los quince millones de pesos en efectivo, dinero recaudado del día anterior. Escaparon por el mismo lugar de ingreso, dejando abandonada una de las herramientas (una galleta). No se activó la alarma y se informo que hay seguros comprometidos. La SIP y el Labocar periciaron el lugar para buscar pistas de los antisociales.
Robo a din