Tienen sus manos entrelazadas y sus miradas muestran con igual magnitud los meses de dolor que han debido enfrentar tras la precoz partida de su única hija.

El 21 de enero recién pasado, las vidas de Carolina Figueroa y Benjamín Silva cambiaron para siempre. Un sujeto que manejaba en estado de ebriedad y, tal como se conocería esta semana durante el juicio oral, con 2.23 grados alcohólicos en la sangre, los chocó por la parte trasera, provocando la muerte de la hijita de ambos de tan sólo 9 meses: la pequeña Emilia.

Aunque han retomado sus actividades académicas como docentes en la Universidad de Valparaíso e investigadores en la Universidad Arturo Prat, Carolina y Benjamín no han dejado un solo día de mantener activa su campaña que apunta a elevar las penas para quienes conduzcan en estado de ebriedad y produzcan lesiones graves, gravísimas o la muerte, popularmente conocida como la "Ley Emilia".

El viernes de la semana pasada y este lunes, la pareja debió revivir con dolor el choque que le costó la vida a su niñita y la causa de muerte diagnosticada por el médico de urgencia que atendió a la menor tras el accidente.

Aunque no asistieron a la audiencia de comunicación del veredicto para el conductor del vehículo que los chocó, Nelson Fariña, Carolina y Benjamín se mostraron sorprendidos con el fallo, fundamentalmente por los argumentos entregados por los magistrados para fundar el veredicto condenatorio.

"Fue un veredicto que no esperábamos, no esperábamos que sacaran de la configuración del crimen el hecho de que se trató de fugar, no esperábamos que el hecho de estar tan borracho, con una proyección de 2.23, fuera una atenuante (...) Sabíamos que eran cosas difíciles por el actual marco legal, pero no esperábamos que sacaran todas esas configuraciones y en definitiva establecieran dos atenuantes", comentó Carolina.

EL PROYECTO

Para Benjamín el dolor de la pérdida de su hija lo viven día a día y los acompañará por siempre. Por lo mismo, plantea que es fundamental que la Ley Emilia sea una realidad antes del 18 de septiembre.

"La ciudadanía quiere la Ley Emilia antes del 18 de septiembre, porque si los senadores se deciden a destrabar el proyecto que tienen paralizado sin ninguna razón objetiva, podemos tener Ley Emilia antes del 18 de septiembre, porque sabemos que el 18 es una fecha emblemática", precisó.

En este sentido, el senador Francisco Chahuán explicó que lo que corresponde ahora es que el proyecto sea votado en particular en la sala del Senado, luego de lo cual volvería a la Cámara de Diputados y, de aprobarse en dicha instancia, sólo restaría su promulgación. "Esperamos que así ocurra, para contar con una ley Emilia para este 18 de septiembre, que es una fecha en que tradicionalmente lamentamos muchas muertes evitables en nuestro país", sostuvo el parlamentario.

"Es triste porque tres salas más allá juzgaron a alguien por robarse un balón de gas en casa no habitada y le dieron 5 años y un día". Carolina Figueroa Cerna, madre de Emilia.

Los senadores Francisco Chahuán y Alberto Espina plantean que en el caso de que el conductor ebrio cause la muerte de alguna persona, el piso de la sanción sea de 5 años y un día y llegue a los 10 años (presidio mayor en su grado mínimo) sin ningún tipo de margen por parte del juez. Esto, a diferencia de lo que plantea la iniciativa que está en trámite, que deja a discreción del magistrado la graduación de la condena. Actualmente la pena máxima por este delito son 5 años de cárcel.

El proyecto