Impacto: el renovado Chino Ríos es amable
Reapareció el ídolo y señaló que estuvo "bien ca...".
Apareció en el aeropuerto sin dolor de cabeza y con look de gimnasio: polera blanca ajustada a los bíceps y bluyín. Se dirigía a un avión LAN que lo iba a trasladar a Nueva York para recibir el viernes, junto a un puñado de íconos, un homenaje por haber sido número uno del tenis. Entonces, con la maleta encima de un músculo, se acercó a dos periodistas de farándula -uno de S.Q.P, el otro de S.A.V.- y les dijo tranquilo: "No me vayan a preguntar weas". Por supuesto que no- dijo Felipe Muñoz de S.Q.P.
Pero era lo que se necesitaba. Su frase lo confirmó de inmediato: tras padecer a principios de mes una cefalea intensa, o bien, el Síndrome de Vasoconstricción Cerebral Reversible, el Chino recuperó la cabeza. Aunque, dicen, este Chino es distinto.
-Voy a ir a dejar las maletas y vuelvo- les dijo Ríos con sorprendente gentileza. Se pensó que no iba a volver, pero el nuevo Chino, el Chino de la Gente, volvió. Estaba listo para un cuestionario y la situación impactó al reportero Muñoz. La súbita amabilidad del genio no estaba calculada en la nota. "Estaba bien dispuesto, no puso atados. No sé, me llamó la atención", reconoció Muñoz a La Estrella.
Y así habló
Su frase más acertada ya está en boca de todos los chilenos: "La verdad es que estuve bien cagao", le dijo a los dos reporteros. Fueron diez minutos de cordialidad. Luego avisó que se tenía que ir y que, junto a sus padres y a su esposa Paula Pavic, se iba a tomar vacaciones.
El bueno
El periodista de S.Q.P. reveló que el Chino no tuvo ninguna una conducta hostil.
-Estaba ultra tranquilo- concluyó Muñoz.
-¿Es otro?
-No sé. Lo vi muy buena onda. Sin tensiones.
Más que sus frases, allí ocurrió un hito. El ex tenista habló con dos medios de la farándula sin patear una sola cámara; retornó positivo, simpático.
"Si debo hacer un mea culpa es que jamás me cuidé los dolores de cabeza". Dijo, además, que estuvo grave ("era como un infarto cerebral"), que su entorno estaba con estrés ("mi mujer y mis hijos sufrieron mucho"), que fue importante el apoyo que recibió, que el problema no es permanente ("es reversible") y que ha cambiado drásticamente su listado de remedios", confesó el Chino.
Su autocrítica