Niño tiene que estudiar en camioneta por los ruidos de un centro de eventos
Los vecinos del recinto Verde Mostaza, en Villa Alemana, también se quejan que el animador es vulgar. Superintendencia de Medio Ambiente investiga el hecho, mientras el dueño junta recursos para concha acústica.
No es primera vez que Álvaro Jara, vecino del condominio Los Robles, en Villa Alemana, se queja por los ruidos molestos del centro de eventos "Verde Mostaza". Según dice, ha denunciado el hecho ante el municipio, Carabineros y la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), pero que las cosas van de "mal en peor". De hecho, hasta su hijo de 11 años se ha visto afectado. "Todos los días llegan buses repletos de adultos mayores desde Santiago. Parten con actividades a las 10.00 de la mañana, con música fuerte, risoterapia, y un animador que además de gritón, es vulgar. Esto me afectaba principalmente a mí, pero ahora mi hijo ya no puede estudiar tranquilo y se tiene que encerrar en mi camioneta para evitar la bulla", manifiesta con rabia.
El vecino agrega que las actividades de lunes a viernes terminan pasadas las 19.00 horas, pero que los fines de semana es peor. "Tuvimos que tomar un tratamiento psicológico porque también tenemos trastornos del sueño. Yo he estado a punto de chocar por quedarme dormido al volante y a mi hijo le tuve que contratar una profesora para que me ayude a estudiar con él en las noches", expresa.
"De lunes a lunes"
María Alejandra Fuentes, otra vecina del condominio, se suma a la queja porque además de los ruidos que perturban la tranquilidad de su hogar, su hijo repite las groserías que escucha del animador. "Yo vivo al frente del recinto y si yo no puedo escuchar la televisión, ya me imagino como será para él que vive al lado. Es terrible, yo he visto al hijo del vecino subirse a la camioneta para poder estudiar y el mío, de 5 años, repite las obscenidades que grita el animador", afirma.
Manuel González, otro residente del condominio Las Acacias, también reclama por la contaminación acústica, porque junto a su mujer pronto serán padres.
"Nosotros somos profesionales de la salud y trabajamos todo el día y lo único que queremos es descansar. Es de lunes a lunes, no tienen ningún día de pausa, ni feriados (...) Mi esposa ya tiene 8 meses de embarazo y es bastante desagradable pensar que el bebé se va a despertar a cada rato por la bulla del Verde Mostaza. Instalamos termopaneles por lo mismo, pero se escucha igual", explica Manuel.
El vecino tampoco es indiferente al animador. "Es ordinario, canta puras estupideces y obscenidades que los niños escuchan. Como propietarios ya nos da vergüenza ajena lo que gritan", consigna.
Los afectados comentan que han intentado llegar a un acuerdo con la administración, pero que luego que lo hacen "toman represalias y ponen la música más fuerte aún".
Verde mostaza
Pedro Olivares, dueño del recinto Verde Mostaza, asegura que hicieron mediciones de los ruidos y que "están dentro" de la norma establecida por el decreto 38 del Ministerio de Medio Ambiente.
"Nuestra intención es mantener el volumen lo más controlado posible, sin que afecte la calidad de vida de los vecinos y nuestra calidad de trabajo. Cualquier metodología que se utilice para validar el ruido tiene su costo y nosotros somos una empresa con inversiones en otras partes", explicó.
"Además, estamos trabajando en una propuesta con un arquitecto para construir una gran concha acústica. Estamos reuniendo los recursos y esperamos de aquí a noviembre comenzar", comentó. El empresario a su vez enfatizó que el recinto "estaba de antes que llegaran los vecinos, por lo que antes de comprar sus casas ya sabían que se desarrollaban actividades", cerró.