Crítica de arte
Por Marcela Küpfer C. - A Carlos Lastarria H.
Maestra del grabado
En el año en que se conmemora el 80° aniversario de la llegada del Winnipeg a Valparaíso, con más de dos mil refugiados españoles que huían de la represión franquista, la presencia de una muestra retrospectiva de Roser Bru en la región cobra mayor relevancia que nunca. En parte, porque es uno de los nombres fundamentales del grabado y el arte en Chile, y en parte porque la mirada histórica que nos proporciona esta conmemoración nos permite observar con mayor detenimiento los procesos políticos y culturales que marcaron la obra de esta gran artista.
En la muestra, que reúne obras realizadas desde la década del '70 a la actualidad, se distinguen los temas que han caracterizado la prolífica obra de Bru. En primer lugar, la figura de la mujer, y a partir de ella, la dualidad, la maternidad y la familia, como expresiones no de una convención social, sino de una fuerza vital que se hace presente en los retratos, siluetas y figuras que Bru recrea en las más diversas técnicas. Un cierto dramatismo cruza los rostros a veces elusivos de estas mujeres, como queriendo expresar las fuerzas interiores que atraviesan a un ser complejo, que aparece en permanente búsqueda de una comunión. Así lo dejan traslucir obras como "Figuras comunicantes", "Parejas" y la cautivante "Familia", una serigrafía de intensos colores ígneos, donde los protagonistas aparecen conectados por un lazo invisible.
La vertiente política se expresa en los retratos de figuras que tuvieron una relevancia ideológica y humana para la artista. Así, contemplamos su famoso retrato de Frida Kahlo, una tenue y sobria serigrafía en blanco y negro que resulta el reverso absoluto de la colorida e intensa obra de la artista mexicana. Vemos también a Kafka con su enamorada Milena, comunicados a través de una carta dentro de un sobre con la que Bru interviene la serigrafía. García Lorca, Rimbaud y Víctor Jara son otras de las figuras que Roser homenajea en sus obras.
Las naturalezas muertas, en especial su potente serie de las sandías, son una muestra de la enorme destreza técnica de una artista tan prolífica como versátil. De hecho, en la muestra encontramos numerosas técnicas, desde algrafías a serigrafías, pasando por litografías, aguafuertes, aguatintas, buriles y grafitos, y muchas de éstas mezcladas e intervenidas, lo que da cuenta de una artista que rechaza el acomodo y se mantiene en permanente búsqueda. Resultan gratificantes los cruces estéticos que Bru realiza con otros soportes estéticos, como el afiche y hasta el cómic , lo que habla de una artista no solo contemporánea sino que, a veces, incluso adelantada.
Roser Bru, navegante transoceánica" es una exposición valiosa, imperdible, bien montada y necesaria para visualizar la obra de una de nuestras más grandes artistas.
expo: "Roser Bru, navegante transoceánica"
sala: Sala Viña del Mar, Arlegui 683, Viña
fecha: Hasta el 15 de junio