Arquera de U. La Calera vive drama tras lesión
Karen Frez debió costear cirugía. El club sólo presta el nombre y no financia al equipo femenino.
Claudio Morales
Karen Frez juega al fútbol desde mucho antes de que las mujeres ganaran espacio en este deporte. Hoy tiene 40, y si ya no era lo ideal ser parte del equipo femenino de Unión La Calera, donde las propias jugadoras deben juntar el dinero para movilizarse, tener su indumentaria y contar con un cuerpo técnico que las entrene; la situación que vive ahora esta portera sí que es lamentable, ya que sufrió una grave lesión y ella misma debió ocuparse de su tratamiento y recuperación.
Esta indefensión de las mujeres que juegan al fútbol salió a la luz con lo que pasó a Karen, quien estuvo antes en varios clubes de la capital, y que desde el año pasado integra el equipo de Unión La Calera. En rigor ellas funcionan en Santiago, juegan de local allá -donde puedan conseguir una cancha- y el club de esta región solo les presta el nombre para que puedan participar en el campeonato de la ANFP.
"Yo me lesioné en agosto del año pasado en un partido con Audax Italiano, pero solo en octubre supe con certeza el diagnóstico. De un esguince del ligamento medial de la rodilla derecha, que había tratado con sesiones de kinesiología, una resonancia arrojó que tenía rotura de ligamento y meniscos", cuenta la portera, que deberá estar alejada de las canchas hasta el próximo año.
GOLPE AL BOLSILLO
Karen Frez es operadora de sistemas informáticos, con eso se gana la vida y juega al fútbol porque es su pasión. Con el diagnóstico definitivo, el otro drama fue operarse. "No tenía la plata y debí pedir un préstamo en una caja de compensación. Me endeudé por dos años, y no quise pedir más cuotas para que no saliera más caro por los intereses. La operación costó casi dos milones", reveló la deportista que pasó por el quirófano el martes pasado en una clínica de la capital.
La futbolista nunca esperó nada de Unión La Calera S.A., porque sabe cómo funciona el fútbol femenino en Chile y el equipo en el que juega. De hecho, confidencia que "no pensé que por una foto que publiqué se iba a generar tanta repercusión. No quería reclamar ni nada. Hay muchas jugadoras, de otros equipos también, que pasan por lo mismo".
Es la reflexión final de esta futbolista que actualmente está en cama y que espera que el fútbol femenino se profesionalice más temprano que tarde.
La Estrella de Valparaíso