Entre broma y broma convirtieron joyita de los '80 en económico auto eléctrico
Caperuzos de la UTFSM transformaron un SEAT 133 bencinero en uno ecológico.
Francisco Ortega es de Hijuelas y José Péndola de Villa Alemana y son egresados de la carrera de mecánica automotriz de la Sede Canal Chacao de la Universidad Técnica Federico Santa María. En medio de la elección del tema sobre el que trabajarían para hacer su trabajo de título, empezaron a bromear en torno a la posibilidad de convertir un auto convencional bencinero en uno eléctrico.
El proyecto
Ahorro
Entre talla y talla, finalmente se dieron cuenta de que podían hacerlo. Encontraron información en Internet y aplicaron sus conocimientos para ponerse manos a la obra.
"Esto partió como una broma y en realidad investigando nos dimos cuenta que sí se podía. Teníamos que elegir un tema y un compañero dijo '¿y si hacemos un auto elécrico y le ponemos un motor de lavadora', y después investigando nos entusiasmamos con la idea", recordó José Péndola.
Adquirieron un Seat 133 del año '80 y comenzaron a trabajar en el proyecto que buscaba, por sobre todo, ser innovador.
"Nos fue super bien en la universidad, lo recibieron super bien los profesores y el director. Nos ha ido bien con el proyecto", comentó Péndola.
El egresado de mecánica automotriz precisó que el objetivo del proyecto es generar la reutilización de un automóvil antiguo que de otra manera no podría hacerlo.
"El objetivo del proyecto era conseguir que un auto antiguo volviera a estar en circulación. Porque si este auto del año '80 anduviera circulando por las calles sería super contaminante, por más que pasara las revisiones técnicas; se trata de un vehículo obsoleto, entonces la idea es volverlo a la vida por así decirlo y que pueda circular sin problema y sin contaminar, por eso la idea era hacer el contraste", explicó Péndola.
El universitario reconoció que las mayores complejidades del proyecto tuvieron relación con documentarse previamente, con la investigación propiamente tal y los materiales que debieron emplear para realizar la conversión, muchos de los cuales debieron encargar en el extranjero.
"Fue harta investigación, harta información en inglés y bien complicado por el tema de los materiales que debimos usar porque acá en Chile no hay de los insumos y componentes que necesitábamos. Lo que ocupamos es casi todo reutilizado. Ocupamos una grúa horquilla eléctrica y de ahí fuimos sacando algunas piezas. Ocupamos también algunas baterías de paneles solares, así fuimos armando lo que necesitábamos", detalló el estudiante.
Poco más de un millón de pesos gastó esta dupla de futuros mecánicos en la reconversión de la joyita motorizada, considerando materiales básicos y la reutilización de insumos.
Aunque aún no han podido comprobarlos empíricamente, lo esperable es que el auto reconvertido sea bastante más económico que cuando operaba con bencina.
"Lo que hemos investigado es que con la carga entera de las baterías equivale a dos litros de bencina. Esto no lo hemos corroborado por cuenta propia", advirtió José.
El consumo medio de los vehículos eléctricos, que ahora mismo están en el mercado, se encuentra en torno a 14 kWh/100Km.
A futuro, los compañeros de proyecto quisieran poder perfeccionar su "joyita".
"Este es el primer paso, el primer producto, lo podemos ocupar, pero hay hartas cosas que perfeccionar, mejorar los materiales, etc.", planteó José Péndola.
Hasta ahora y aunque aún no han recibido la nota final de su proyecto de título, en la universidad están muy interesados en que el auto reconvertido se quede en esta casa de estudios.
José y Francisco, esperan obtener una buena calificación, titularse sin problema y seguir concretando nuevos proyectos.