Decenas de postes de la luz forman enorme basural en Santa Julia
Vecinos alertan que hace casi una década empresa contratista de Chilquinta arroja las estructuras en desuso a la quebrada.
Hace casi una década, si es que no es más, los vecinos de la calle Sau Sau en Santa Julia, conviven con una verdadera "bomba de tiempo". Según cuentan, desde hace años, una empresa que sería contratista de Chilquinta, arroja los postes del alumbrado público en desuso al final de la calle, justo hacia una quebrada situada detrás del colegio Juanita Fernández.
La situación no sólo genera un malestar "estético" para los vecinos que cuestionan que una empresa como Chilquinta no tenga un lugar apropiado donde disponer de estas estructuras, sino que les preocupa especialmente por el riesgo ambiental inminente que representa hacia la quebrada y hacia las viviendas que se han instalado en el lugar.
"Con un temblor o una lluvia, todo este material se va a desplazar hacia abajo. Seguramente entonces las autoridades van a venir y se van a lamentar, a pesar de que esto ya lleva más de una década. Ahí van a decir que no tenían idea", comenta un vecino del sector.
Venta de material
El hombre agrega que en un comienzo, se disponía de los postes porque había un señor que los "picaba" y extraía el metal, sin embargo, hace tiempo que las estructuras completas se han ido acumulando.
"Si se fija hay un letrero artesanal que dice que se vende material y cadenas, eso tiene relación con este botadero. El material es muy voluminoso y nadie hace algo concreto", añadió el sujeto que suele pasear a su perro por el sector.
Desde la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Achupallas-Santa Julia reconocen que la situación está en conocimiento de la organización y que es una preocupación latente, en especial cuando se aproxima el invierno.
"Es cierto lo que dice el vecino, este problema se arrastra hace tiempo. El material se ha ido acumulando y el riesgo de un aluvión es permanente. La gente no sabe a quién dirigirse, además que habría que sorprender in fraganti al camión que los trae, tomarle la patente y todo para que desde el municipio apliquen la norma y la multen", manifestó Ermelinda Cisternas, presidenta de la unión comunal.
Fue el pasado 10 de marzo, día en que se produjo un incendio al final de la calle Las Maravillas en Santa Julia, que vecinos alertaron de esta acumulación de material de hormigón en la quebrada. El siniestro de entonces dejó a 30 personas damnificadas.