El 26 de marzo de 2018, Mayra Opazo y Constanza Monsalves, se dirigieron al Registro Civil de Viña del Mar para pedir ser reconocidas como madres de Martina, una niña que nació el 17 de abril de 2017, producto de una inseminación artificial. Según denunciaron, la entidad les negó la solicitud, argumentándoles que era ilegal, por lo que ambas, decidieron concurrir a la Corte de Apelaciones de Valparaíso para presentar un recurso de protección.

El 15 de junio de 2018 este recurso fue rechazado por dos votos contra uno. Posteriormente, el 24 de junio del mismo año, la Corte Suprema confirmó la sentencia, y Opazo y Monsalves no fueron reconocidas como madres de Martina.

Por lo anterior, la familia, que reside en Villa Alemana, comenzó a preparar una demanda por "lesbofobia" contra el Estado de Chile, con la asesoría de la abogada del Movilh, Mónica Arias y de jurídicos de la Universidad Diego Portales. En dicha demanda, las madres alegan que han sufrido diversas "violaciones a los derechos humanos", que le han significado "graves perjuicios y daños morales". Esto, porque afirman que se sometieron al procedimiento médico como lo haría cualquier pareja en el país. "Vivimos cada momento de forma intensa y nos involucramos emocionalmente con la idea de ser madres", dijeron.

Francisca Palma Schiller. - La Estrella de Valparaíso.

El local que se ubica en la calle Quillota 486 se instala en la ciudad en el 2017, pero el año pasado, Patricio Viveros, le dio una vuelta a la tienda: vender la limpieza a granel. Con la disposición de querer hacer algo por el medio ambiente, este diseñador gráfico decidió comenzar a recargar con dispensadores y reutilizar el plástico de las cosas que vende.

De esta manera, coopera con la sustentabilidad y entrega un producto de calidad a un bajo precio. Lo único que se debe hacer es llevar una botella y rellenarla con lo que necesite.

"Mi idea al comienzo era tener un espacio normal de productos de limpieza, pero después, cuando nos dimos cuenta que vendíamos muchos productos envasados, quisimos equilibrar esto con el medio ambiente. La mejor forma de devolver la mano al mundo era reciclando los productos", cuenta Patricio Viveros, dueño de la tienda.

A pesar de que fue difícil implementar la idea en un principio, "Co Mak" incentivaba a sus clientes con descuentos y así, los consumidores aumentaron y el local se posicionó.

"Empezamos con promociones. Si la gente traía sus envases, nosotros bajábamos los precios y tenían un descuento. Generamos un incentivo para empezar a crear conciencia. Tuvo buena respuesta y decidimos venderlo a granel para que la gente venga a recargar su envase. Nosotros envasamos y le colocamos un sello de envase retornable para que la gente vea que tiene que guardarlo", señala Patricio.

PRECIO y CALIDAD

En un comienzo la recarga sólo se redujo a detergentes. Hoy, son varios los productos que integran este sistema: lavalozas, limpiapisos y clorogel. Además, los precios son accesibles a los bolsillos de los viñamarinos. El jabón está a $1.000, detergentes a $2.990 y 4 rollos de confort a sólo $990.

Patricio afirma que la calidad es superior a la de otros productos del mercado y que sus clientes así lo aseguran.

"La gente hace un retroceso en la historia, de comprar a granel y les gusta, es más amigable, además esto no es como un supermercado, la tienda es más cercana. Este lugar es residencial y la idea es que vuelvan, por eso no puedo darles algo malo, mi escudo no es sólo el precio, sino que también, la calidad", puntualizó.

Competencia

A pesar de que se ubica al frente del supermercado Santa Isabel, las personas prefieren cruzar a su tienda y comprar allí los productos de limpieza.

Por otro lado, el dueño de "Co Mak" espera que la idea se replique en otros puntos de la región.

"No me da miedo que llegue competencia, porque para mí lo importante es generar conciencia. Ojalá muchos tengan este sistema y se despierte el apetito de la gente para hacer algo bueno y se puede, es solamente disposición", reflexionó Patricio.