Fabián san Martín D.
Horrorizada quedó ayer la jueza de garantía Nora Bahamondes, tras observar el escalofriante registro audiovisual de una menor de 7 años violada por su padre, un efectivo naval que fue dejado en prisión preventiva.
En el tribunal de garantía porteño fue formalizado ayer el sargento 2° C.D.M., de 38 años, por los delitos de violación de menor de edad y producción de material pornográfico infantil.
Agresión sexual
De acuerdo al relato de la fiscal del caso, Greta Fuchlocher, los hechos se registraron la tarde del miércoles en Placilla.
Cerca de las 19.30 horas la esposa del marino y un hijo mayor salieron de la casa y fueron a un supermercado a sacar dinero de un cajero. En el hogar quedó la hija de 7 años y su padre.
Al regreso, la progenitora notó que la pequeña tenía una actitud extraña, con molestias físicas -dolor de estómago y una costilla- por lo que le dio unas gotas y dejó que durmiera.
La intuición materna la llevó, cerca de las 23.30 horas, cuando toda la familia dormía, a tomar el celular de su marido e ir al baño. Al manipularlo, se dirigió a la galería de imágenes y activó un estremecedor video.
En la cama matrimonial estaba su cónyuge desnudo de la cintura hacia abajo y sobre él su hijita, quien le practicaba sexo oral. Rompió en llanto y reenvió el video a su celular, despertó a la pequeña y a su otro hijo, y con ambos se dirigió hasta Carabineros a hacer la denuncia.
En el trayecto la víctima admitió a su madre el abuso sexual del progenitor, que fue solo por vía oral, y que no hubo episodios anteriores de ultraje.
La policía uniformada fue hasta el domicilio de la familia y arrestó al sargento 2°. El fiscal de turno, Roberto Depaux, dispuso que el caso fuera indagado por la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisexme), que fijó fotográficamente el sitio del suceso y recogió evidencia como las prendas de vestir de la pequeña y su padre, muestras salivales de la víctima y los celulares con los videos del atroz delito, que serán periciados por el laboratorio de la PDI.
La madre de la víctima declaró que lleva 3 años casada con el uniformado y que estuvieron un tiempo separados porque fue víctima de violencia intrafamiliar.
También dijo que era sometida sexualmente, ya que el sujeto la obligaba a tener encuentros íntimos, los que registraba con su celular a través de fotos y videos. En el mismo teléfono, además, mantenía imágenes de pornografía adulta bajada de internet. Para refrendar la gravedad del caso, la fiscal Greta Fuchlocher exhibió a los intervinientes el video del ultraje.
La jueza Nora Bahamondes no disimuló su impacto y se tomaba la cabeza incrédula y asqueada. El imputado apreció el registro, pero a ratos desvió la mirada al suelo, visiblemente avergonzado.
Ante tamaña evidencia, no valieron los intentos de la defensora penal Olga Morales de cuestionar la legalidad de la detención y solicitar una medida cautelar menos intensa.
La magistrada determinó que el sujeto es un peligro para la sociedad y su hija, y accedió a la prisión preventiva durante los cinco meses de la investigación, la que cumplirá en una dependencia naval.
A la salida de la audiencia, la fiscal Fuchlocher explicó que, pese a que el imputado no tiene antecedentes policiales, arriesga una condena mínima de 13 años de presidio por la gravedad de los ilícitos.
Armada
A través de un comunicado, la Armada señaló que "repudiamos firmemente actos como éste, y de ser comprobados los hechos y encontrado culpable el acusado de este delito, se aplicarán las sanciones con máxima rigurosidad, lo que corresponde a expulsión de la institución".
Expresaron su disposición a colaborar en el proceso investigativo si es que la Fiscalía así lo requiere, además de brindarle apoyo sicológico al núcleo familiar afectado por la grave situación.