Un suplicio ha vivido un menor porteño en el lugar en que reside, a manos de un grupo de otros niños que lo hostigan de forma constante, al punto que debió ser atendido en un hospital.

El caso de bullying se habría registrado al interior de un condominio ubicado en la calle Alta Laguna de Curauma.

El protagonista es uno de los residentes del complejo habitacional, un escolar de 10 años. A las 16.30 horas miraba una actividad deportiva en una multicancha, cuando llegaron tres niños de una edad similar a la suya, a quienes no conocía, quienes sin una provocación de su parte lo tomaron de las manos, y lo obligaron a ingresar a una zona boscosa. Allí lo tomaron de los brazos y en uno de ellos le realizaron una herida, mientras le daban golpes de puños en distintas partes del cuerpo.

Nuevo ataque

Tras el ataque la víctima optó por el silencio, pero una semana después se topó con el mismo trío de menores en el frontis del condominio, y fue agredido nuevamente con golpes de pies y puños.

Esta vez el asustado niño optó por relatarle el calvario a su madre, quien lo trasladó hasta la Unidad de Emergencia Infantil del Carlos Van Buren, donde le diagnosticaron heridas leves en su mano y muñeca izquierda. La progenitora hizo la denuncia y quedó a la espera de ser citada a declarar al Ministerio Público.

Matías Valenzuela

Aparentemente, se trató de un robo por "dateo", el cual ocurrió a las 10.00 de la mañana en pleno plan porteño. Sus autores siguen prófugos.

El hecho ocurrió en plena calle Blanco, en la distribuidora "Hermanos Salgado", cuando un grupo de cinco personas ingresó, intimidó al personal y se llevó una suma millonaria. Afortunadamente, no se registraron personas lesionadas.

El mayor Marco Jiménez, de la Segunda Comisaría de Valparaíso, relató que "los individuos llegan a bordo de un vehículo, alrededor de cinco sujetos, los cuales portaban armas de fuego. Proceden a intimidar a las personas que trabajan en el lugar y al dependiente, y sustraen dinero en efectivo, cerca de cinco millones de pesos y celulares pertenecientes a los mismos trabajadores de la empresa".

El uniformado señaló que gracias a uno de los celulares robados, se logró ubicar su posición, vía GPS, en Placeres, específicamente en el sector conocido como La Isla, donde tuvo lugar una breve persecución, hasta que los delincuentes bajaron del auto.

"Se logra ubicar el vehículo, al momento que llega personal de Carabineros se establece que hay ciertas especies, referidas a un arma, algunos polerones y pasamontañas, y otras especies sustraídas", explicó.

Fuga

Los cinco individuos lograron darse a la fuga escapando a pie por una quebrada, con gran parte de su botín.

Por orden del fiscal de turno, el hecho sigue siendo investigado por el OS-9, pero por las circunstancias del ilícito se maneja la tesis de un robo por dateo.

"El ingreso fue directamente a las oficinas, podemos decir que contaban con información de tipo privilegiada", detalló el mayor Jiménez.

Nos acercamos a conversar con la gente del local asaltado, pero prefirieron no dar declaraciones a la prensa.

Por infracción a la ley de drogas fueron arrestados ayer dos viñamarinos.

Pasadas las 08.00 de la mañana la SIP de la Segunda Comisaría Central fue al Rodoviario. Una empresa de buses informó que un pasajero que llegó de Calama olvidó su maleta y de forma equivocada se llevó una parecida. Por protocolo abrieron el bolso y vieron envoltorios extraños. La SIP descubrió era droga, específicamente 4 kilos 300 gramos de clorhidrato de cocaína.

Cuando estaban en el procedimiento llamó a la empresa el dueño de la maleta olvidada, que dijo iría a buscarla y dejar la que se llevó. Y así lo hizo, cuando la retiraba fue arrestado por la SIP porteña. Era S.E.E.B., 20 años, de la villa Independencia.

También se detuvo al chofer A.F.F.V., 28, que afuera del terminal lo esperaba en un auto. El burrero S.E.E. admitió trajo la droga del norte, y se quedó dormido en su asiento porque debía bajarse en La Calera. Al final lo hizo en la costa donde fue detenido, perdiendo la millonaria mercancía.