Expareja de profe Nibaldo envió cartas a su cómplice en la cárcel
En controversial audiencia realizada ayer en Villa Alemana, hubo acusaciones mutuas entre los defensores de Johanna Hernández y Francisco Silva. Juez exigió documentos para confirmar supuesta enfermedad siquiátrica del imputado.
Desde un inicio se podía prever que la audiencia de ayer en el Tribunal de Garantía de Villa Alemana, que pretendía discutir respecto de las cautelares de garantía de los imputados por el alevoso crimen del profesor Nibaldo Villegas, sería compleja.
No sólo por la cantidad de personas que llegó hasta las afueras del tribunal a exigir justicia para el docente y que motivó la presencia de carabineros en el entorno, ni por la masiva presencia de medios de comunicación -algunos de los cuales ni siquiera pudieron ingresar a la sala-, sino también por la tensión y contradicciones que quedaron de manifiesto entre las defensas de los dos imputados por el cruento crimen: Johanna Hernández y Francisco Silva durante la audiencia.
Fue el propio magistrado Ignacio Adana quien debió exigir orden en la sala, advirtiendo a los presentes que realizaría sin público las futuras audiencias de no cumplirse con su solicitud.
Tras la presentación de los intervinientes y la identificación de los dos imputados, se dio inicio a la audiencia.
Llamó la atención que ambos imputados, además de vestir el respectivo peto amarillo que los identifica como tales, llevaran puestos cascos, demostración de las amplias medidas de seguridad que ha debido adoptar Gendarmería tanto en el Complejo Penitenciario de Valparaíso como en sus traslados.
El defensor penal público de Johanna Hernández, Dagoberto Pastén, expuso dos situaciones puntuales: la primera, que desde el pasado 22 de agosto, día en que fueron formalizados por el asesinato del docente, su representada ha permanecido en prisión preventiva recluida en su celda durante toda la jornada sin poder salir al patio.
El magistrado Adana interrumpió el alegato inquiriendo a la imputada: "¿Usted no tiene temor que alguien la vaya a agredir en la cárcel, en el patio?". A lo que Johanna respondió: "No, al contrario, tengo muy buena relación con las internas".
Tras esto, y cerrando el punto, el magistrado accedióa modificar esta restricción y que Johanna pueda acceder al régimen de todas las internas del Complejo Penitenciario de Valparaíso.
Prevaricación
Pero fue el segundo punto expuesto por el defensor penal el más polémico. Dagoberto Pastén manifestó que el pasado domingo 23 de septiembre, el abogado defensor particular de Francisco Silva, coimputado y, hasta lo que se conoce, aún pareja de Johanna, visitó en la cárcel a esta última, con la intención, según expuso, de proponerle asumir también su defensa.
"Ella se sintió amenazada, fue coaccionada, me parece que hay al menos una desprolijidad por parte del colega defensor al intentar mantener un contacto con una persona respecto de la cual no tiene su representación, evidenciando además que en esta causa, desde un inicio, incluso antes de que se formalizara, advirtió una evidente incompatibilidad de defensa", detalló el defensor.
Junto con solicitar una copia del registro del complejo del día 23 de septiembre, Pastén pidió, a fin de "cautelar" los derechos de su representada, que se prohiba el contacto del abogado Peter Pirtzl con Johanna Hernández.
Cartas
El aludido profesional negó que su contacto con la imputada fuera con fines de asumir su representación, sino que se trató de una conversación para que Johanna no continuara enviándole cartas a su representado.
"Fui a conversar con doña Johanna en el sentido que se abstuviera de mandar, vía interna, cartas a mi cliente", aseveró Pirztl, negando haberse presentado como su abogado defensor (ver recuadro)...
El juez resolvió, atendida la denuncia de la imputada y su abogado, interponer una denuncia por los presuntos ilícitos de prevaricación y obstrucción a la investigación.
El defensor particular de Francisco Silva expuso en audiencia que su representado presenta antecedentes siquiátricos y en tal condición, pidió que se le proporcionen sus fármacos para mantenerlo estabilizado. Consultado por el juez respecto del diagnóstico del imputado, Pirztl detalló que Silva tuvo un intento suicida y fue diagnosticado "con trastorno de bipolaridad y trastorno limítrofe".
El fiscal de esta causa, José Miguel Subiabre cuestionó la "seriedad" de la cautela de garantía planteada por el defensor particular. "Básicamente, porque es una invocación que él hace de un hecho, solamente sus dichos no lo hacen necesariamente existente", planteó el persecutor.
Ante el requerimiento del magistrado de los antecedentes que fundamenten su requerimiento, el defensor particular admitió no contar con ellos. "Cuando tenga antecedentes que permitan presumir la existencia de lo dispuesto en el artículo 458 del Código Procesal Penal locura o demencia tiene que pedir la audiencia, antes no puede hacerlo", sentenció el juez Adana.