Priscilla Barrera Ll.
Peligrosamente de tono ha ido subiendo en las últimas semanas el nivel de malestar de los vecinos que residen en Limonares, en el sector oriente de Viña del Mar.
La llegada creciente de familias a los cerros que colindan con esta antigua población dando origen a una nueva "toma" ilegal de terrenos privados, ha crispado los ánimos, quedando esto de manifiesto el domingo recién pasado, cuando un grupo de vecinos de la población decidieron subir y encarar a los ocupantes ilegales, registrándose agresiones físicas y verbales entre los contendores que por fortuna no llegó a mayores.
"nos arriesgamos"
Cecilia Rodríguez, presidenta de la junta de vecinos de Los Limonares, reconoció que la decisión de este grupo de vecinos que ella misma encabezó fue una idea arriesgada que, sin embargo, se justifica en su opinión, por el nivel de desesperación que tienen los vecinos.
"Los vecinos decididos subimos. Tuvimos un enfrentamiento bien violento con ellos, incluso con amenazas. Hay registros audiovisuales. Los vecinos estamos molestos, frustrados, impotentes, porque vemos que esto no se detiene y al contrario, crece día a día", afirmó la dirigente.
En algunos de los registros del enfrentamiento se aprecia cómo la instalación de las precarias viviendas en el sector ha provocado la deforestación de la ladera, e incluso la quema y tala de árboles y palmas chilenas.
Por lo mismo, como presidenta de la junta de vecinos, Cecilia Rodríguez, concurrió ayer nuevamente para entregar nuevos antecedentes sobre esta ocupación ilegal ante el Ministerio Público. El objetivo, señala, es que las autoridades actúen y se proceda al desalojo.
"Todo lo que ha venido ocurriendo desde el día 11 de agosto en que nos dieron cuenta que se estaban tomando el terreno. Desde ese mismo día hemos acumulado los medios de prueba y los hemos entregado a la fiscalía", planteó la dirigente.
Predio privado
Para impotencia de los vecinos de Limonares, la respuesta de las instituciones se repite tanto en la municipalidad de Viña del Mar como en el Serviu: por tratarse de un predio privado, no es posible la intervención de estos estamentos.
La preocupación de los vecinos no sólo apunta a la toma propiamente tal sino que las viviendas de material ligero se han instalado debajo de torres de alta tensión lo que representa un serio riesgo incluso para los mismos ocupantes.
De acuerdo con lo señalado por la dirigente de Limonares, hasta sólo hace unos días se contabilizaban 37 familias instaladas en esta toma: de las cuales 4 serían chilenas y el resto extranjeros.
"Hemos enviado oficios a Chilquinta, a Esval, a Conaf, a distintos estamentos, queremos que alguien nos apoye", añadió la dirigente.
Cecilia Rodríguez admite que se expusieron a las agresiones al subir y enfrentar a la gente de la toma, pero que la impotencia los ha superado. "Ya no vemos cómo poder frenar todo esto", finalizó la dirigente.
Tres propietarios del terreno
La alcaldesa Virginia Reginato reconoció que la toma en el sector de Los Limonares les ha acarreado un gran conflicto a los vecinos que residen en este sector. "Ellos se ven muy perjudicados. Nosotros estamos trabajando, hemos estado en contacto con los propietarios, que son tres. Esto ya está en manos de la Fiscalía y eso estamos apurando para que se tomen las soluciones que corresponde", afirmó la jefa comunal.