Carla Olivares Rojas
Cristina Solís tiene 52 años y hace 14 que fue desahuciada. Requiere un doble transplante de corazón y pulmón debido a una hipertensión pulmonar primaria que se le originó producto de Síndrome de Turner y un paratiroidismo que padece.
Pero, luego de varios análisis y estudios que le hicieron, se determinó que, debido a su baja estatura y su poco peso, no era una paciente apta para realizarle un transplante y, entre otros medicamentos, se le recetó el Sildenafil, popularmente conocido como Viagra, en altas dosis.
"Ella tiene que tomar 200 miligramos diarios, es decir, cuatro cápsulas diarias de Sildenafil o Viagra de forma permanente. Esto le produce una vasodilatación de las arterias pulmonares similar a la que se le produce a una persona sana, lo que le permite disminuir la hipertensión pulmonar y que las arterias del pulmón se abran y funcionen bien; es decir, tiene que tomar Viagra para poder respirar", señaló el diputado Daniel Verdessi, quien ha sido médico de Cristina Solís desde hace 14 años.
"no me alcanza"
La mujer, domiciliada en Villa Alemana, tiene una pensión de invalidez que llega a los 120 mil pesos mensuales, pero no le alcanza para todas sus necesidades.
"Yo no llevo la cuenta de cuántos remedios tomo al día, pero son muchos, además de dos litros de oxígeno todos los días. Algunos remedios me los dan y otros me los compro yo, pero tengo que pagar luz, agua y comer. Como tengo tan poco peso, he llegado a pesar 30 kilos, me dijeron que tomara Ensure y lo podía comprar más barato, pero me quitaron el beneficio y ya no me alcanza para comprarlo", relata.
Pese a que ha realizado algunos trabajos, por su condición de salud no puede tener algo estable ya que "nadie me va a aguantar que pida permiso para ir al doctor todos los días. Esta semana, por ejemplo, he ido toda la semana porque me estoy haciendo exámenes y tengo que tener para la locomoción... no me alcanza", sostiene.
Para el doctor Daniel Verdessi, lo ocurrido con Cristina Solís es sorprendente, porque pese a que fue desahuciada y que hasta estuvo postrada, ella ha tenido la fuerza y el empuje de salir adelante.
Pensión de gracia
Esta semana, el médico y la paciente se reunieron en el Congreso Nacional donde se elevó una solicitud para optar a una pensión de gracia.
"Ella sorprendentemente ha sobrevivido todos estos años y es una persona muy emprendedora, que pese a que está jubilada, ha trabajado, tiene un departamento que se compró con sus propios recursos, pero vive aprisionada por la enfermedad. He pedido una pensión de gracia porque lo que recibe con su modesta jubilación no le alcanza para comprar todos sus medicamentos. Ella no recibe ningún beneficio del Estado y estamos haciendo una petición al Presidente de a República para que se le conceda una pensión de gracia atendido a su enfermedad y a su empuje luchador", sostuvo el diputado Verdessi. El monto de la pensión podría variar entre 70 y 150 mil pesos y en un par de meses podría tener novedades.