Gino Henríquez C.

Si bien no le fue tan bien como esperaba en el último campeonato ITF Seniors que se realizó en el Club Unión de Viña del Mar, Gabriel Gálvez Carrasco es todo un referente para el tenis local y nacional. Y es que el jugador que compite actualmente en la categoría más de 75 años (cumple 76 este año), es nada menos que el tercer mejor jugador del planeta en esa serie, en la que regularmente compite junto al mítico ex jugador de Copa Davis, Jaime Pinto Bravo, -quien es quinto en ese mismo escalafón-, participando en los torneos más importantes del circuito ITF.

En la Ciudad Jardín, jugando el certamen grado 3 que tuvo como sede su amado Club Unión, hizo dupla con Arturo Basagoitía, pero quedaron en el camino. "Andaba medio lesionado, así que tuve un paso fugaz", reconoce sobre la eliminación en el ITF Seniors, para de inmediato centrarse en lo que ha sido su carrera como doblista junto a Pinto, y proyectar lo que viene en la temporada 2018.

"El año pasado estuvimos en Orlando y hemos ido dos veces a Croacia. Él (Pinto) estuvo número uno del mundo tras ganar en Croacia en singles y también nos hemos mantenido jugando dobles con relativo éxito", apunta con humildad, junto con agregar que "en estos momentos estamos muy bien ubicados en el ranking, de hecho, somos los únicos sudamericanos que estamos en esa posición. No juego singles, porque para eso hay que tener una condición física especial, como la tiene Jaime".

Encuentro tardío

Y si bien el viñamarino Gálvez reconoce que la pasión por el tenis le nació como una "entretención para jubilado" y que llegó ya siendo bastante adulto al deporte, asume que ha sido muy importante poder competir en una gran cantidad de torneos seniors y sentir el orgullo de ver su nombre en los primeros lugares del ranking mundial. "Participamos en todos los torneos que podemos dentro de Chile, porque privilegiamos los de mayor grado, por ejemplo el de Lima, que es grado A, o el de Mendoza, que es grado 1. También tenemos en el calendario el campeonato de Porto Alegre, que es grado A y queremos ir al de Brasilia, que es grado 1. Esos son los que nos dan más puntaje, porque la ITF te considera los cuatro mejores torneos del año", aclara.

"Somos excelentes amigos y Jaime (Pinto) ha sido un gran profesor, gran parte de lo que juego se lo debo a él y a los profesores que he tenido en el Club Unión", continúa, junto con decir que a nivel mundial son cerca de 600 los jugadores que en su categoría están ranqueados, aunque son muchos otros los que compiten y no lo tienen, porque no han sumado victorias y puntos. "Hemos estado en varios mundiales y soy uno de los que más torneos disputa durante el año", explica.

"Esto no se hace por plata, todo lo contrario, porque nosotros nos tenemos que costear los pasajes, la estadía en el hotel y muchos otros gastos. La motivación principal es que el viejo que hace ejercicio está en mejores condiciones que el que no hace y estamos con la cabeza más irrigada. Para una persona de 75 a 80, que es mi categoría, es muy importante hacer deporte, no hay otro norte, el día que no juego me siento mal, como tengo otras actividades esto me sirve mucho".

No sólo es tenis

En ese último punto, Gálvez abre un verdadero cofre de sorpresas, porque es cierto que son varias las actividades, además de las deportivas, las que realiza. "Soy escritor, por lo que tengo que tener la cabeza buena, también me gusta la pintura y la música, porque toco guitarra, así que por eso te digo que para cualquier actividad uno tiene que estar en buen estado físico. Todo pasa por la cabeza y hay que estar con cabeza buena", asegura.

En la última de sus publicaciones, con una edición de lujo que se llama "Por Amor al Arte", incluye sus obras y agrega poemas y sus experiencias en el deporte. "Hago una recopilación de los cuadros que he pintado y los últimos 10 años de escrito, entre cuentos y poesías. También cuento mi experiencia en el tenis, con el fin de incentivar a las personas que después de una edad avanzada se metan a hacer cosas", indica el constructor civil de profesión.

"Cuando jubilé me puse a jugar tenis, empecé de viejo", ratifica, "acá en el club hay gente que empezó a los cinco o seis años, pero mi caso también es un incentivo para la gente que dice 'pucha yo ya no lo hice', sin entender que a cualquier edad uno puede hacer lo que uno quiera".

Sin embargo, su primera obra consistió en una biografía de su padre, Alejandro "El Flaco" Gálvez, quien fue nada menos que el autor de la famosa cueca del Guatón Loyola. "El era un hombre de radio y muy deportista, pero que murió muy joven. Contar su historia me incentivó a aprender a escribir y contar cosas. Quizás no soy un experto, porque si no tuviera el partner que tengo en el tenis no estaría tan bien ubicado, pero este es un juego de parejas y uno tiene que aportar algo", precisa sobre el libro que tiene como tapa una ilustración de su padre realizada por el dibujante Pepo.

En tanto, su segundo libro es una radiografía de cómo somos los chilenos, y lo tituló "Chile, el país de los weones", que tal como sus otras obras, sus cuadros, su pasión por la guitarra y el deporte, la gente las puede conocer en su página web www.gabrielgalvez.cl. Todo un ejemplo de esfuerzo, amor por la vida y envejecimiento activo.