Fueron seducidos para ser asaltados en Barrio Puerto
Bandas delictuales incluyen a mujeres que, a través de distintas técnicas, engañan a sus víctimas para arrebatarles sus pertenencias.
Una nueva modalidad delictual se detectó en el Barrio Puerto, donde hombres resultaron víctimas de mujeres que "trabajan" en concomitancia con antisociales. Hay dos varones afectados, uno con lesiones de gravedad, mientras que la PDI atrapó a uno de los atracadores.
El primer caso se suscitó el pasado fin de semana y afectó al viñamarino A.M.O., de 37 años, quien de madrugada salió de una conocida discotheque en la avenida Errázuriz.
En el exterior del local, cuando trataba de ubicar a sus amigos para regresar a su hogar en Miraflores, apareció una desconocida de 1.60 de altura, contextura delgada, cabello negro tomado, quien le solicitó si podía acompañarla hasta su domicilio en las cercanías, ya que tenía miedo a que, por el horario, pudiera sufrir algún delito.
Pese a no conocerla, accedió al requerimiento y ambos caminaron por el Barrio Puerto. Atravesaron la plaza Echaurren hasta la calle Cajilla y en la intersección de pasaje Ulises aparecieron cuatro individuos que vestían polerones con capucha, los que de inmediato se abalanzaron sobre el varón con golpes de pies y puños en distintas partes del cuerpo, hasta dejarlo tendido en la calle sangrando.
Le sustrajeron una cadena de oro, un celular Samsung Galaxy, una billetera con sus documentos, tarjetas de crédito y 15 mil pesos en efectivo. El lesionado fue llevado por el Samu hasta el Carlos Van Buren donde ingresó policontuso, con fracturas en el brazo izquierdo y en una pierna (platillo tibial izquierdo), lesiones de carácter grave. Carabineros de la Primera Comisaría Sur remitió los antecedentes al Ministerio Público.
Cita sexual
Un caso con modus operandi similar resolvió la PDI, específicamente la Brigada Investigadora de Robos (Biro), cuando en horas de la mañana, hasta el cuartel San Francisco llegó el afligido guardia R.A.V., de 35 años, domiciliado en el cerro Toro.
En el lugar denunció que fue víctima de un robo con intimidación en la parte alta del cerro Santo Domingo. Cuando descendía al plan fue abordado por una atractiva joven con mini falda, quien, según se informó, en medio de un intenso coqueteo lo convenció para que acudieran hasta una habitación en su domicilio, para tomar alcohol y sostener un encuentro sexual.
La víctima acompañó a la mujer hasta el inmueble, pero al ingresar fue amenazado de muerte por dos individuos; uno portaba el gollete de una botella y el otro un arma de fuego. Le quitaron especies de valor y un finiquito laboral ascendiente a 700 mil pesos. Pese a la violencia del hecho, no resultó herido.
Tras conocer la denuncia, el afectado junto a los detectives se dirigieron hasta la propiedad en calle Blest Gana. Cuando llegaron salía uno de los asaltantes, que fue reconocido por el afectado y fue arrestado en el acto.
Con la autorización de la dueña de la vivienda personal de la Biro ingresó a la casa. Descubrieron cuatro armas de fuego: un revólver calibre 32 con munición y tres pistolas, las que no están encargadas por robo y fueron remitidas al laboratorio para determinar su origen.
También hallaron un smartphone que se verificó posteriormente fue sustraído horas antes en un hostal porteño. No estaba el dinero arrebatado a la víctima.
El imputado fue identificado como R.A.O.S., de 30 años, alias "Chucky" o "Rafita", con antecedentes por robo por sorpresa. Fue derivado por la PDI al tribunal de garantía para ser formalizado por robo con intimidación, receptación y tenencia ilegal de armas de fuego. Se busca a su cómplice, identificado por su apodo de "Carlitos", y a la desconocida.
Se indaga si es la misma mujer la que actuó en ambos casos, donde confiados varones fueron seducidos con desgraciadas consecuencias.