Cinthia Matus O.
Un santiaguino que llegó junto a su señora a disfrutar de la playa Caleta Abarca la tarde del lunes, terminó hospitalizado tras recibir el impacto de una ola en su cabeza, .
El hombre, que fue identificado como Gabriel E.G.M., de 56 años, se encontraba en la orilla, observando el paisaje, cuando a eso de las 16.30 horas, la ola lo golpeó y lo botó a la arena.
"Él estaba en la orilla, parado y de repente salen unas olas fuertes. Una lo azota en la cabeza y lo tira a la arena. De ahí se paró medio mareado y nosotros lo fuimos a ayudar. Después se recostó junto a su señora y lo empezamos a inmovilizar", relata Francisco Roblero, el salvavidas que lo auxilió.
LLevado en Uber
Acto seguido, Roblero junto a sus compañeros lo subieron a una camilla y se lo llevaron a la sala de primeros auxilios.
"En la sala vimos si podía mover los pies, las manos y si tenía sensibilidad. Lo atendimos correctamente y siempre estuvo consciente", explica el salvavidas que en sus 15 años de carrera, lleva 6 trabajando en la playa Caleta Abarca.
Mientras los jóvenes guardianes atendían al paciente, se hacía el contacto con el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar para que enviara una ambulancia del Samu a buscarlo. Sin embargo, esto no pudo ser, porque no había disponibilidad.
"Pedimos una ambulancia y como se demoraba, volvimos a insistir. Nos dijeron que no tenían y que por favor lo mandáramos así, como pudiéramos, porque no sabían cuando iban a haber ambulancias disponibles. Habían pasado ya 45 minutos y la señora del caballero se contactó con un Uber", indica Francisco.
El vehículo llegó y los salvavidas ubicaron al paciente en el asiento de atrás, tratando de que se fuera inmovilizado. "Lo subimos con mucho cuidado en la parte de atrás del auto y ahí se fueron al Fricke con su señora", agrega el salvavidas.
Trasladado
El santiaguino finalmente llegó a la Unidad de Emergencia del hospital en donde recibió la primera atención. Sin embargo, posteriormente fue derivado al hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, para que recibiera evaluación neurológica. De esta manera, el hombre que tenía pasaje para volver a Santiago a las 22.00 horas junto a su señora, tuvo que quedarse por sus lesiones.
En cuanto a la seguridad de la playa, Francisco Roblero precisó que es apta para el baño, pero que la gente no hace caso de las instrucciones. "El mar todavía está medio complicado porque están recién bajando las marejadas, pero la gente es muy porfiada. Espera que nosotros nos vayamos para poder hacerlo y un ejemplo fue el domingo pasado cuando nos retiramos a las 20.00 horas y las 20.30 tuvimos que rescatar a un bañista que se estaba ahogando. Me había cambiado recién de ropa y tuve que volver a meterme al mar para rescatarlo", contó.
Asimismo, denuncia las imprudencias por las fotos. "Se suben a las rocas para fotografiarse y se caen, se golpean la cabeza... y aquí hay torrentones", aseveró.