Fabián San Martín

Un escándalo de proporciones sacude por estos días a la Armada, luego de que nueve efectivos de un buque de guerra fueran sometidos a proceso por la Fiscalía Naval, por su participación en una serie de conductas impropias y reñidas con las doctrinas de la tradicional institución.

Según se ha establecido, los uniformados implementaron un sofisticado sistema de espionaje para observar a sus compañeras de armas en la intimidad.

Las imágenes, que serían de connotación sexual, fueron compartidas a través de las redes sociales. El caso está siendo investigado por la PDI.

De acuerdo a datos reunidos en exclusiva por La Estrella en fuentes de la entidad uniformada, los hechos se destaparon este mes y tienen como participantes a parte de la tripulación de la fragata FF-07 Almirante Lynch (ver recuadro)

Según confirman las fuentes consultadas, en la nave quedó al descubierto un complejo y sofisticado aparataje técnico conformado por cableado y cámaras espías, las que, de manera intencional y de forma oculta, fueron ubicadas en distintos puntos estratégicos, utilizando para ellos ductos de ventilación y otros recovecos del buque.

Los lentes apuntaron en específico hacia los dormitorios en que pernocta el personal femenino de la fragata.

Involucrados

Hasta el momento, la investigación apunta a cinco mujeres como víctimas, cuyos grados fluctúan entre marineros 1° y sargentos 2°, las que se vieron severamente afectadas en su intimidad.

Los responsables de estos lascivos hechos captaban imágenes de ellas cuando descansaban en sus aposentos y buscaban grabarlas en los instantes en que estaban en paños menores o sencillamente desnudas.

Una vez que obtenían los registros, los involucrados, de manera lúdica, las compartían entre sus compañeros en un grupo cerrado de whatsapp e incluso a través de internet. La reprochable situación vendría ocurriendo hace meses, tanto cuando la fragata se encontraba en tierra como en alta mar.

Denuncia

Un tripulante se enteró de esta conducta inapropiada e ilegal y se la comunicó al comandante de la Almirante Lynch, quien a su vez alertó de lo acontecido a sus superiores.

Fue así que la Fiscalía Naval comenzó una investigación que, en los últimos días, determinó el procesamiento de nueve funcionarios, cuyos grados varían entre marineros y sargentos 2°.

Tres de ellos fueron procesados por incumplimientos de deberes militares, ya que cuando tuvieron conocimiento de estas prácticas de invasión a la intimidad, optaron por el silencio y no las revelaron a sus superiores jerárquicos.

Los otros seis están procesados por vulnerar el artículo 161 letra A del Código Penal, que sanciona delitos que vulneran la intimidad de las personas (ver recuadro).

De estos últimos seis implicados directos, al menos uno se encuentra en calidad de detenido en una dependencia naval. El resto permanece en libertad.

Trascendió que la Fiscalía Naval solicitó a la Brigada de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) de Valparaíso efectuar diligencias en el caso, como la toma de declaraciones a los involucrados y la recopilación de elementos probatorios en la fragata, como el aparataje técnico (cables, cámaras espías, etcétera), así como los soportes tecnológicos en que se almacenaba y distribuía el material (celulares, notebooks), entre otros múltiples elementos que servirán de evidencia para la investigación.

La Estrella se contactó con la Armada para obtener una versión oficial sobre este caso. El Departamento de Relaciones Públicas de la Primera Zona Naval afirmó escuetamente que "debido a que hay una investigación sumaria administrativa en curso, y con la finalidad de no entorpecer la investigación, no se pueden efectuar por ahora comentarios al respecto".