Matías Valenzuela
Muy preocupadas están un grupo de apoderados y profesores de Limache, que aseguran que los pequeños de un colegio local deben enfrentarse diariamente a las heladas mañanas limachinas, luego de que les prohibieran usar los calefactores en las salas.
Andrea Garrido, Lorena Rojas y la presidenta del Sindicato de trabajadores del establecimiento, Stephanie Vargas, son educadoras del colegio Técnico Alianza Educacional de Limache y dicen estar muy preocupadas por la salud de los niños ante las extremadamente bajas temperaturas del sector.
Las docentes, Andrea y Lorena, trabajan en el departamento de párvulos del establecimiento educacional, con niños de kinder y pre-kinder, y hace algunos años decidieron comprar con su propio dinero calefactores eléctricos para poder capear el gélido clima de las salas y poder resguardar el bienestar de los pequeños. La iniciativa fue replicada por otros cuatro profesores, hasta que se les informó en una reunión que debían dejar de usarlos. "Nosotros llevamos mucho tiempo con este tema de la ola de frío, nosotros pusimos calefactores pero el día viernes se nos prohibió", explica Andrea y cuenta que en una reunión se les informó que tenían prohibido enchufar los calefactores que ellas compraron de forma particular, porque las cuentas de la luz estaban saliendo muy altas.
Las educadoras dicen que, sin prender los calefactores eléctricos, la sensación térmica es muy helada, pues a las 08.00 de la mañana hubo 1,8° el día lunes, y el miércoles fue 4,7°, lo que es muy inferior a lo que dicta el Decreto N°548 del Mineduc, que señala que para la enseñanza pre-básica debe haber un ambiente de por lo menos 15°.
Además, Stephanie Vargas, cuenta que se les informó que si se sorprendía a algún profesor desobedeciendo la prohibición de usar el calefactor, se informaría de la situación al sostenedor del colegio para que tome cartas en el asunto, y para ello hay un fiscalizador.
Niños vulnerables
Las educadoras cuentan que su preocupación crece ante el hecho de que los alumnos del colegio son niños en situación vulnerable, quienes no cuentan con zapatos, chaquetas ni la vestimenta necesaria para poder soportar los fríos días de invierno, y esa fue la razón principal que tuvieron para comprar los calefactores.
Respecto del mandato, Andrea dice que sigue utilizando los calefactores puesto que la salud de los niños no puede dejarse de lado ya que el lugar es realmente muy frío, porque tiene humedad, terminaciones en cerámicas y hay muchas ventanas.
Lorena Rojas, cuenta que para poder sobrevivir sin los calefactores le están pidiendo a los niños que lleven mantas para abrigarse, además de realizar actividades más didácticas con canciones y bailes que ayuden a calentar el cuerpo ya que, según han visto, los niños sienten el frío hasta los huesos y se les ve tiritando, entumecidos con las manos heladas y mocosos , por lo tanto ellos son los principales afectados con el cese de la calefacción. "Nuestros niños son muy vulnerables, están todo el día con nosotros y a veces el lugar más confortable que tienen es su sala y lo mejor para ellos es llegar en la mañana y que esté calientita", se lamenta Lorena con preocupación.
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