Anidan en las azoteas de los edificios, se instalan en los techos de las casas y le quitan lugar a las palomas. Las gaviotas ya no viven sólo en el borde costero, sino que eligieron algunos cerros y sectores de Valparaíso -aunque también en Viña- como su hábitat natural. Y parecen estar tan cómodas que no tienen intenciones de moverse de ahí.

Vecinos de la parte alta del Puerto comentan que este año la población de estas aves ha aumentado y se muestran extrañados porque se reproducen cada vez más lejos del mar. En el sector de Vista Hermosa en Playa Ancha aseguran que es casi una invasión la que viven. "En la casa de mi vecino que es un poco más alta que la mía se ven muchas. Hasta se pelean ahí mismo en el techo", comentó Margarita Cabrera, vecina de la calle Municipio.

Pero el gran número de gaviotas no es lo único sorprendente. En el mismo barrio aseguran que hace unos días una gaviota, a plena luz del día y a vista de todos los que estaban ahí, atrapó y se llevó a un pequeño gato, al que nunca más vieron aparecer. Los testigos quedaron estupefactos, nunca imaginaron que una ave tan común y admirada fuera capaz de un comportamiento así.

Días después amaneció una gatita muerta y despedazada y si bien nadie vio nada, piensan que una gaviota pudo ser la responsable.

¿es normal?

El doctor en Ciencias Biológicas y decano de la facultad de Ciencias del Mar y de Recursos Naturales de la Universidad de Valparaíso, Ricardo Bravo, explicó que "no es extraño que las gaviotas ataquen a gatitos o a otros animales, si son capaces de atacar ballenas. Hay varios reportes científicos en América del Sur, tanto por el Pacífico como por el Atlántico, donde algunas ballenas están teniendo un comportamiento mucho más cuidadoso a la hora de subir a respirar y están lo menos posible en la superficie porque hay una bandada de gaviotas que se le tira encima y le picotea el lomo, le saca grasa y provoca heridas" .

Bravo aseguró que "son muy agresivas, tienen un comportamiento alimentario bastante amplio, consumen más de 40 especies distintas, son carroñeras cuando no tienen otro alimento disponible, matan polluelos y destruyen huevos de su misma especie. Son de temer".

Según Bravo el aumento de la población de gaviotas se relaciona directamente la formación de basurales. "Las gaviotas son muy carroñeras entonces eso ha facilitado la reproducción. Hay países donde se ha intentado tomar algunas medidas. En Chile está protegida esta especie pero no se sabe si más adelante se van a tener que tomar medidas precautorias. Están invadiendo zonas urbanas y actuando de forma mucho más temeraria".

Esta situación también se ha dado por la disminución de los alimentos naturales de las gaviotas, como los peces y cangrejos. "Algunas especies están sobreexplotadas entonces tienen menos disponibilidad, entonces van consumiendo lo que encuentren, entonces por eso no me extraña que ataquen a gatos u a otros animales pequeños y lo van a seguir haciendo, es una situación muy compleja".

Para poder comerse a estos animales pequeños, las gaviotas los atrapan y desde el aire los lanzan al suelo hasta que se mueren. Luego con el pico los despedazan y se los comen. "Los devoran completos, con tripas y todo. Actualmente las gaviotas actúan con mayor fuerza que otros depredadores como un halcón o un peuco".

el sag

El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) es la entidad que recibe las consultas y denuncias sobre las gaviotas. Según se informó en la institución es habitual que llamen vecinos pidiendo ayuda para salvar algún polluelo o porque no saben qué hacer con los huevos que dejaron en sus casas.

Las gaviotas dominicanas, las más comunes en Valparaíso, se adaptan fácilmente a su entorno y viven bastante tiempo: 35 a 40 años. Además se reproducen mucho, de ahí que aumente año a año la población. Pero no sólo hacen daño, ayudan al equilibrio ecológico ya que van eliminando desperdicios. "Ayudan a limpiar la materia orgánica de los basurales. Es un poco lo que hacen los tiburones en el mar porque son capaces de consumir carroña y con eso limpian el ecosistema", destacó Ricardo Bravo.

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